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Bartolo Longo, laico dominico, canonizado en San Pedro por León XIV

20 de octubre de 2025

En la misa presidida por el Papa el 19 de octubre de 2025, el fundador del santuario de Pompeya ha sido proclamado santo junto a otros seis beatos

El 19 de octubre de 2025, XXIX domingo del Tiempo Ordinario, en la Plaza de San Pedro, el papa León XIV presidió la Eucaristía y el rito de canonización de siete beatos, entre ellos Bartolo Longo, laico dominico y apóstol del Rosario, en una celebración con delegaciones oficiales de Italia, Líbano, Armenia y Venezuela.

En su homilía, el papa subrayó que la fe es “lo más precioso a los ojos de Dios” y animó a “orar siempre sin desanimarse” (cf. Lc 18,1), presentando a los nuevos santos como lámparas que difunden la luz de Cristo. Citó expresamente a Bartolo Longo y a José Gregorio Hernández como “bienhechores de la humanidad con corazones encendidos de devoción”.

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Modelo de Iglesia en salida, Bartolo Longo pasó de una juventud marcada por el espiritismo a una conversión profunda que lo llevó a propagar el Rosario y a levantar en el valle de Pompeya una obra evangelizadora y social sin precedentes: el Santuario de la Bienaventurada Virgen del Santo Rosario y redes de acogida, educación y promoción para huérfanos, hijos de personas presas y jóvenes en riesgo.

Nacido en Latiano (Italia) el 11 de febrero de 1841, abogado de profesión, llegó a Pompeya en 1872 como administrador y, conmovido por la pobreza del lugar, fundó la Cofradía del Rosario, impulsó la construcción del santuario (primera piedra en 1876) y promovió escuelas, talleres y obras asistenciales; en 1897 erigió la congregación de Hermanas Dominicas Hijas del Santo Rosario de Pompeya. Contrajo matrimonio con Marianna Farnararo De Fusco y falleció en Pompeya el 5 de octubre de 1926.

Beatificado el 26 de octubre de 1980 por san Juan Pablo II, Bartolo Longo ha sido reconocido universalmente como “el hombre de la Virgen”, convencido de que “quien difunde el Rosario se salva”. Su canonización culmina un camino en el que, en 2025, el papa aprobó la petición para elevarlo a los altares como ejemplo eminente de caridad laical y testigo para nuestro tiempo.

Para la Familia Dominicana y para tantos fieles que rezan el Rosario, Bartolo Longo confirma que la oración transforma la vida y sostiene la justicia y la paz. La invitación del Papa en esta canonización resuena para todos: “no nos cansemos de orar”, para que la fe en la tierra sostenga la esperanza en el cielo.