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Los dominicos de Atocha celebran a Santo Domingo e inician el Año Jubilar

26 de mayo de 2021

Con una eucaristía presidida por el prior provincial de la Provincia Hispania, fray Jesús Díaz Sariego

  El día en que se conmemora la Traslación de Santo Domingo fue el día elegido para conmemorar el Jubileo por el VIII centenario del “Dies natalis” de Santo Domingo en la Basílica de Ntra. Sra. de Atocha. La eucaristía fue presidida por el prior provincial de la Provincia Hispania, fray Jesús Díaz Sariego. De modo simbólico, la comunidad de frailes dominicos quiso visibilizar el lema de este Jubileo En torno a la mesa de Santo Domingo, concelebrando, por primera vez desde que comenzó la pandemia, en torno al altar de la Basílica (hasta ahora, por seguridad, lo habían hecho desde las tribunas). Estuvieron acompañados por los laicos de la Fraternidad Laical de Santo. Domingo, cofrades del Rosario de Ntra. Sra. de Atocha, por la comunidad parroquial y numerosos fieles que de manera habitual acuden a la Basílica.

  En la homilía, Fr. Jesús señaló la actualidad del modo carismático que tenía Domingo de relacionarse con el mundo, desde una profunda experiencia de fe en Dios. Destacó la relación del lema Jubilar “En la mesa con Santo Domingo” y las Bienaventuranzas: “Si cada uno de nosotros fuéramos capaces de vivir el mensaje de las Bienaventuranzas con la profundidad que requieren y el compromiso que de ellas se deriva, no alcanzaríamos manera mejor para decir que amamos al mundo, que confiamos en él y en sus posibilidades, que nos comprometemos con él para hacerlo más humano y, por lo tanto, acorde al empeño de Dios en su creación. Las Bienaventuranzas nos ayudan, de un modo muy incisivo, en el mensaje que contienen, a tener muy presentes a los que sufren la pobreza de todo tipo y la violencia aberrante que genera la ambición y deseo de dominio sobre las cosas y las personas”.

  El Prior Provincial recordó a Domingo como aquel que vivió las Bienaventuranzas, y así alcanzó la santidad, porque “se dejó manchar por las heridas de la vida, acogiendo con compasión el dolor de sus gentes”. Domingo no solo vivió, sino que predicó las Bienaventuranzas “a tiempo y a destiempo”, unas Bienaventuranzas que son el ‘consuelo de Dios’, continuaba diciendo Fr. Jesús, un consuelo inteligente, exigente, que transforma, un consuelo que conlleva conversión y cambio.

  “Domingo consoló a su pueblo”, terminaba diciendo el Prior Provincial. Quienes le conocieron dicen que estaba siempre alegre, tenía compasión, se conmovía, era de ánimo tranquilo, “Domingo alegre, tranquilo, compasivo, conmovido…Este fue su canto vital a las Bienaventuranzas y por eso iluminó la noche de la Iglesia, como iluminó a sus contemporáneos”.

  El Grupo Alborada fue el encargado de acompañar musicalmente la celebración, interpretando, entre otras obras, el Himno del Jubileo del VIII centenario “Domingo `hombre todo de Dios´”.

  Durante la semana previa, el claustro de la Basílica se instalaron unos paneles informativos sobre la vida de Santo Domingo para que los cientos de personas que acuden al templo de manera habitual pudieran conocer un poco mejor la figura del santo fundador. A los asistentes a la celebración se les entregó, además, un pequeño libro sobre la vida y carisma de Santo Domingo.

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