Evangelio del día
Decimoctava semana del Tiempo Ordinario - Año Par

Del día 31 de Julio al 6 de Agosto de 2016

Guardaos de toda clase de codicia

Introducción a la semana

Sin detrimento alguno de la ‘lectura continua’ que nos ofrece la liturgia en esta semana, debo destacar los puntos de luz intensa que suponen la memoria celebrativa de estos días de agosto. El blanco resplandor de la Transfiguración abre la semana para decirnos que el Hijo del Hombre plenifica la Ley y los Profetas y es el único que merece ser escuchado, pues su Palabra es vida. En este mismo empuje luminoso la Orden de los Frailes Predicadores rinde pleitesía a quien, por figurarnos y transfigurarnos, fue el Predicador de la Gracia, quien a Dios hablaba de los hombres y a los hombres de Dios.

La cansina caminata del Éxodo provoca la protesta contra Moisés y Aarón en el desierto y el Señor, atento a la demanda, hizo llover pan del cielo. Así el domingo nos pone en suerte para el inicio del discurso del pan de la vida que tenemos en el evangelio, porque es mi Padre quien os da el verdadero pan del cielo. En medio Pablo nos evoca lo que fuimos antes y después del bautismo, y más sabiendo que por Cristo disfrutamos del precioso subsidio del Espíritu.

En la lectura continua, y hasta el jueves, nos acompaña Jeremías, al que ya escuchamos toda la semana pasada: nos hablará de la verdadera y falsa profecía, escucharemos fragmentos del Libro de la Consolación que, con ternura y delicadeza llegan al corazón de su pueblo: Yahvé salvará a sus hijos, porque ellos son su propiedad y conocen a su Dios. Nahum, el viernes habla del castigo y esperanza de Judá y el sábado Habacuc proclama: el justo vivirá por su fe. La línea evangélica de la semana la marca la primera multiplicación de los panes en Mateo, continúa con la escena en la que Jesús camina sobre las aguas de lago, la curación de la mujer cananea, la confesión de fe y el servicio de Pedro, el primer anuncio de su pasión y la escucha de Jesús ante el dolor de un padre que le pide cure a su hijo poseso o lunático. ¡Densa semana para que no nos falte la luz de la vida!

 Archivo Evangelio del día

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Días de la semana