Dom
8
Jul
2012

Homilía XIV Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2011 - 2012 - (Ciclo B)

Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad.

Introducción

Las coordenadas para centrar nuestra celebración/actualización pueden orientarse de Dios hacia nosotros y, desde nuestra situación, la respuesta de "creyentes". La historia de la salvación marca, por un lado, la misericordia infinita/eterna de Dios, con su iniciativa, paciencia, pedagogía...; en concreto la inspiración de los profetas y apóstoles al estilo de Ezequiel y Pablo y en el centro la Palabra/Enviada, Jesús de Nazaret. Y por otro, el estado rebelde, obstinado, testarudo, ciego... del pueblo, más atento a las "culturas" reinantes y dominantes: hijos de Adán, profetas y apóstoles impostores, predicadores a imagen y semejanza de sus ambiciones y fantasías, racionalizaciones para anestesiar sus miedos y temores o para justificar su increencia.

Para nosotros, hoy y aquí, podemos ir contemplando para celebrar el signo de la Palabra que acabamos de proclamar; en concreto, sentir el Dios con nosotros/iniciativa y respuesta. La historia, rica en experiencias, positivas y negativas, nos enriquece mostrándonos el cuerpo de la humanidad sus aciertos y desaciertos. A la historia se la llama maestra de la vida y, si para nosotros lo es, nos llevará a despertar nuestras capacidades para buscar la verdad, libres de cualquier condicionamiento, con la debida sensibilidad de la conciencia, desde el imprescindible dinamismo de la capacidad trascendente, en el encuentro con nuestros semejantes, teniendo en cuenta nuestras limitaciones y debilidades… Y todo ello en ese vértice fascinante.