Dom
25
Jun
2017

Homilía XII Domingo del Tiempo Ordinario

Año litúrgico 2016 - 2017 - (Ciclo A)

No temáis

Introducción

Hemos celebrado hace poco las fiestas de la Ascensión y de Pentecostés. En la primera, dedicada a la Jornada Mundial de las Comunicaciones, rezaba el lema siguiente: No temas, que yo estoy contigo (Is 43,5). La liturgia de Pentecostés, a su vez, celebra el primer despliegue intrépido y valiente de la evangelización apostólica, en la que los discípulos de Jesús dejan atrás temores y miedos.

Es la tónica que preside toda la historia de la salvación. Quien confía en Dios no tiene por qué temer. El Dios que guió y acompañó a su pueblo desde la nube, símbolo de su presencia, en la epopeya del éxodo es el mismo que alienta y da ánimos a Pedro y sus compañeros, zarandeados por las olas: ¡Ánimo!, soy yo; no temáis (Mt 14,27). Fue justamente en medio de las dificultades y turbulencias inherentes al anuncio del evangelio cuando mejor experimentaron los apóstoles la mano amiga de quien no les dejaba solos y a la deriva. Ese es el legado heredado de la tradición cristiana y que nos compromete en toda suerte de iniciativas encaminadas al testimonio y la confesión pública de la fe cristiana.