Sep
Evangelio del día
“ El Hijo del hombre es señor del sábado ”
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1, 21-23
Hermanos:
Vosotros, en otro tiempo, estabais también alejados y erais enemigos por vuestros pensamientos y malas acciones; ahora en cambio, por la muerte que Cristo sufrió en su cuerpo de carne, Dios os ha reconciliado para ser admitidos a su presencia santos, sin mancha y sin reproche, a condición de que permanezcáis cimentados y estables en la fe, e inamovibles en la esperanza del Evangelio que habéis escuchado: el mismo que se proclama en la creación entera bajo el cielo, del que yo, Pablo, he llegado a ser servidor.
Salmo de hoy
Salmo 53, 3-4. 6 y 8 R/. Dios es mi auxilio
Oh Dios, sálvame por tu nombre,
sal por mi con tu poder.
Oh Dios, escucha mi súplica,
atiende a mis palabras. R/.
Dios es mi auxilio,
el Señor sostiene mi vida.
Te ofreceré un sacrificio voluntario,
dando gracias a tu nombre, que es bueno. R/.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 1-5
Un sábado, iba Jesús caminando por medio de un sembrado y sus discípulos arrancaban y comían espigas, frotándolas con las manos.
Unos fariseos dijeron:
«¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?».
Respondiendo Jesús, les dijo:
«¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, y tomando los panes de la proposición, que solo está permitido comer a los sacerdotes, comió él y dio a los que estaban con él».
Y les decía:
«El Hijo del hombre es señor del sábado».
Evangelio de hoy en vídeo
Reflexión del Evangelio de hoy
Cimentados en la verdadera fe
Pablo fue un experto conocedor del daño que la rigidez de mente puede ocasionar. Perseguidor, hasta dar muerte, por una acervada fidelidad al judaísmo, descubrió en su propio ser que la racionalización de la religión conduce al desorden y a la insatisfacción. Les recuerda a los colosenses, que se veían asediados por doctrinas que no llevaban a un conocimiento claro de la religión, que el centro de su vida es Cristo. A veces la racionalización de verdades que creemos, incluso verdades de fe, si no han sido interiorizadas desde el amor y una fe que vaya mas allá de la pura doctrina, es decir, una doctrina que solo tenga en cuenta la letra sin pasar por el filtro de la misericordia y la realidad que rodea al ser humano puede llevarnos a un falso cristianismo, o a un cristianismo de despacho. De ahí que Pablo nos diga que estemos cimentados en la verdadera fe, la que lleva a la confianza plena en Aquel que nos ha obtenido el acceso al Padre, “por la muerte que sufrió en su cuerpo de carne”. Ese cuerpo de carne, es ahora la iglesia, su Cuerpo Místico, llamada a estar inamovible en la esperanza, esa esperanza que la humanidad necesita, la acogida, el perdón, la misericordia, la escucha. La humanidad necesita una verdad que vaya mas allá de la letra, necesita ver y escuchar de nuestro corazón la buena nueva que es Cristo, con la firmeza que da la seguridad de que, si El dio la vida por nosotros, también nosotros debemos dar nuestra vida por los demás.
Libertad: la audacia del amor
Nadie más libre que Cristo. Su libertad no brota de un capricho o de abuso de poder o de un libertinaje. La libertad de Cristo nace en el corazón del Padre, su libertad es la voz de Dios que va más allá de la letra. Cuando Jesús aparentemente viola un mandato judío, está manifestando que el acento de la libertad no es consecuencia de un razonamiento humano, sino de una fe encarnada que da a la mirada del corazón ternura, misericordia, caridad, compasión, comprensión y audacia para denunciar todo lo que no lleve el sello del amor, como Jesús mismo dirá: “no he venido a abolir la ley sino a darle plenitud”, a humanizar la rigidez para que no sea la ley quien regule el amor, sino el amor quien regule la ley. La ley forma parte del orden, que es necesario, pero el amor regula la esencia de la ley para descubrirnos el verdadero rostro de cada ser humano. Detrás de cada persona hay una historia de Salvación, que incluso ella misma desconoce, esa historia tiene como protagonista principal a Dios que se ha acercado al ser humano y lo ha amado como es, a través del Hijo. En este pasaje Jesús nos descubre que la escalada de la libertad pasa por el conocimiento del amor y desde ahí es posible establecer un orden nuevo que tenga en cuenta la dignidad del ser humano, su realidad y su necesidad, porque ese ser humano ha sido rescatado a un precio muy alto: “es mi carne por la vida del mundo”, nos dirá Jesús y nos dice cada día en esa realidad doliente de cada persona que es aplastada por cualquier ley injusta, desde su concepción hasta su muerte.