¡Ay de vosotros, maestros de la ley!

Beata Marie de Poussepin

Beata Marie de Poussepin

Siendo laica dominica, funda la Congregación de las Hermanas de la Caridad, “Dominicas de la Presentación” para el anuncio de Jesucristo y el servicio de la caridad. Dedicó toda su vida a las obras de caridad, atendiendo a los más desfavorecidos, especialmente los niños y los enfermos

Nacida en una familia cristiana, dedicada a la confección artesanal de medias de seda es iniciada, desde muy niña, en la práctica de la caridad acompañando a su madre a visitar a los pobres enfermos. A la muerte de su padre, se responsabiliza de la empresa familiar, dando trabajo y sueldo a muchas personas. Más tarde cede los derechos de la empresa a su hermano y comienza una nueva etapa en su vida, centrada, por completo en sus obligaciones con la Cofradía de la Caridad, acogiendo en su casa a una mujer pobre y enferma, a la que sirve hasta que muere.

Hacia 1692, el P. Mespolié, dominico, visita Dourdan. Así conoce la orden dominicana y halla en ella una respuesta a sus deseos de una vida espiritual más intensa. Comprende que es el camino que Dios le señala y decide formar parte de la Tercera Orden de Santo Domingo. Este hecho marcará luego a la Congregación. En 1696 se instala en Sainville, un pueblecito muy pobre y necesitado. Desea dedicar toda su atención a los más desfavorecidos, especialmente los niños y los enfermos.

Funda la Congregación de las Hermanas de la Caridad, “Dominicas de la Presentación” para el anuncio de Jesucristo y el servicio de la caridad, siendo las hermanas profetas del Reino y testigos vivos del amor de Dios en las fronteras y campos de incultura, la pobreza y la marginación. En su último testamento, recomienda a las hermanas tener un vivo celo por la instrucción de la juventud, el cuidado de los pobres enfermos, el espíritu de pobreza y el amor al trabajo.