dominicosEl MJD de España celebra su primer encuentro online: “Reciprocidad: lo que soy y lo que doy”
Los días 20 y 21 de febrero, con participación de jóvenes dominicos de España, México, Bolivia, Colombia y Ecuador
En tan solo un año se ha podido ver cómo la vida ha cambiado de modo radical. Quién iba a decir que asolaría una pandemia global a una generación de jóvenes que tiende a pensar a veces que vive en un mundo perfecto y que nada del entorno puede cambiar su estilo de vida. Confinamiento, cierre perimetral, mascarilla, gel hidroalcohólico, distancia de seguridad… palabras y frases que se han convertido en trending topic de 2020. Pero llega 2021 y, tras un tiempo con más sombras que luces, aparece el Movimiento Juvenil Dominicano recobrando un poco de felicidad con el anuncio de un encuentro para "reflexionar sobre lo que somos y lo que damos".
En este primer Encuentro online se pudieron ver de nuevo todas las caras, y desde el momento en el que se entraba a la videollamada, ya se podían ver todas las sonrisas de cada uno desde sus habitaciones. Estaba claro que era una situación diferente, pero eso no impedía que la gente actuara como si no estuviera delante de una pantalla y se sintiera el calor del abrazo de cada uno de ellos.
La desigualdad
El sábado tuvo lugar la primera formación organizada por Laura, Juanjo y Álvaro, para la que prepararon tres dinámicas que giraban sobre un mismo tema: la desigualdad. Con Laura se pudo escuchar la dura experiencia de trata de una mujer que fue engañada por la persona que la acogió y manipuló por ser inmigrante sin papeles. Además, también comentó varios datos sobre las víctimas de trata, la brecha de género y las dificultades que sufre el colectivo trans, ya sea para conseguir trabajo o ser reconocidas como tales en la sociedad.
Con Juanjo se hizo una rana de origami bajo sus indicaciones hasta que los grupos llegaban al último paso y debían terminarla solos hasta conseguir que la rana saltara. Después de esta actividad simbólica, contó algunos de los problemas y dificultades que sufren las personas con diversidad funcional que deben superar día tras día, por ejemplo cómo la búsqueda de un hogar con accesibilidad puede convertirse en un mundo para ellos.
Y por último, Álvaro hizo volar la imaginación de los asistentes al encuentro con los ojos cerrados llevándolos fuera de sus habitaciones para viajar a sus lugares favoritos. Pero para cuando abrieron sus ojos se mostraban en la pantalla imágenes de cuerpos en la playa que no consiguieron llegar a un nuevo país con vida, grupos enormes de gente en barcas pequeñas en búsqueda de un nuevo lugar… y una serie de imágenes impactantes.
Para concluir, se hizo una reflexión general de estas tres dinámicas, y destaca una frase que dijo Álvaro y que resume a la perfección esa mañana: “Si vivimos nuestra fe de espaldas a las brechas, ¿de qué sirve nuestra fe?”.
El cuidado del medio ambiente, la forma de tratar al prójimo, la comunidad y la relación con Dios
El domingo repitieron los jóvenes delante de sus pantallas para realizar la formación organizada por El canto del gallo. En esta ahondaron en una reflexión individual y personal sobre cuatro temas principales: el cuidado del medio ambiente, la forma de tratar al prójimo, la comunidad y la relación con Dios.
Se inició la primera parte con un test sobre el cuidado de la casa común para reflexionar sobre diferentes temas que se realizan a diario: tales como la elección de los productos que se consumen o la reutilización de los materiales. En la segunda parte se habló sobre qué se da al prójimo y si hay algún aspecto que se pueda mejorar. En la tercera se abordó la comunidad, profundizando qué aporta cada uno de los presentes a su grupo y qué recibe de sus compañeros y compañeras. Todo ello se plasmó en una página web a través de comentarios e imágenes que querían compartir a los demás, dando como resultado un mural digital precioso con frases e imágenes compuesto por un trocito de cada uno de los jóvenes. Y para terminar, en la última parte el protagonista fue Santo Domingo y destacó la frase “Contemplad y dad lo contemplado”.
Para finalizar el encuentro, el grupo MJD Ingande Berri (Pamplona) organizó una oración para pararse a pensar en aquello que se puede aportar a este mundo que está en constante movimiento, y donde cada joven escribió una respuesta en un papel de color y compartieron mediante su cámara, creando así un arcoíris lleno de color e ilusión por seguir caminando hacia un mundo mejor.
Y con esas palabras de la oración despidieron un encuentro donde se pudo superar las barreras de la distancia gracias a la tecnología, además de contar con presencia del MJD de otros países como México, Bolivia, Colombia y Ecuador.