Dos laicos dominicos camino a los altares: Frassati y Bartolo Longo serán canonizados
El papa León XIV confirma la canonización de Pier Giorgio Frassati y anuncia la de Bartolo Longo
La mañana del 13 de junio, en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano, el papa León XIV presidió su primer Consistorio Ordinario Público para la Canonización de varios beatos. Entre ellos, destacó la figura del beato Pier Giorgio Frassati, joven universitario, montañista y laico dominico, cuya canonización se celebrará el próximo domingo 7 de septiembre. Ese día será canonizado también Carlo Acutis, joven italiano conocido por su amor a la Eucaristía y su testimonio en el mundo digital.
La decisión actualiza la fecha inicialmente prevista por el papa Francisco, fallecido en abril, quien había anunciado esta canonización durante una audiencia general en noviembre de 2024. Tras su muerte, los actos previstos quedaron en suspenso, pero hoy León XIV ha reafirmado su deseo de unir en un mismo rito a dos jóvenes testigos de Cristo en el mundo contemporáneo.
Pier Giorgio Frassati, nacido en Turín en 1901 y fallecido prematuramente a los 24 años, vivió una intensa vida de oración, compromiso social y entrega a los pobres. Su pertenencia a la Orden de Predicadores como terciario dominico marcó profundamente su espiritualidad y su acción en el mundo: “vivía de la Eucaristía, la montaña y los pobres”, como lo han descrito muchos de sus biógrafos.
En ese mismo Consistorio, el papa León XIV anunció que el domingo 19 de octubre de 2025 será canonizado otro destacado laico dominico: Bartolo Longo, abogado y apóstol del Rosario, fundador del santuario de Pompeya. Convertido del espiritismo, Longo dedicó su vida a la oración, la promoción de la fe y las obras de caridad, especialmente al servicio de los más necesitados.
Junto a él serán canonizados otros beatos: Ignazio Choukrallah Maloyan, Peter To Rot, Vincenza María Poloni, María del Monte Carmelo Rendiles Martínez, María Troncatti y José Gregorio Hernández Cisneros.
La doble presencia de Frassati y Longo en el calendario de canonizaciones es un motivo de alegría para la familia dominicana, que ve reconocida la santidad laical vivida desde el carisma de santo Domingo. Ambos muestran caminos distintos y complementarios de seguir a Cristo: el primero, con la fuerza de la juventud que transforma la sociedad desde dentro; el segundo, con la perseverancia de quien encuentra en la fe una nueva vida y una misión.
Estas canonizaciones serán, sin duda, un signo de esperanza para la Iglesia y un llamado a los laicos a vivir con autenticidad y alegría su vocación cristiana en el mundo.