José Ignacio García SJ pide abrir caminos seguros para migrar y pedir asilo
En la tercera sesión de las Conversaciones de San Esteban, el director de Cristianismo y Justicia situó el reto de los refugiados en el corazón de la dignidad humana
El martes 25 de noviembre, el Aula Magna de San Esteban acogió la tercera sesión del ciclo Conversaciones de San Esteban — Curso 2025–2026, dedicada a “Refugiados y dignidad humana”, en el marco del 500.º aniversario del inicio de la docencia de fray Francisco de Vitoria en Salamanca.
Fray Ricardo de Luis Carballada, OP, presentó al ponente, José Ignacio García, S. J. (director de Cristianismo y Justicia), subrayando su experiencia con el Servicio Jesuita para los Refugiados en África y Europa.
García abrió la conferencia recordando el origen del JRS: la reacción del padre Arrupe ante las imágenes de los “boat people” que huían de Vietnam. De la pregunta “¿qué podemos hacer?” nació una red que hoy acompaña a personas refugiadas en numerosos países.
En la parte central, explicó el marco del asilo, con el principio de no devolución como pieza esencial del sistema internacional de protección, y defendió la importancia de las mediaciones jurídicas para que los derechos no queden en una mera declaración.
Con datos y ejemplos, situó la magnitud del fenómeno: 123 millones de personas desplazadas en el mundo. Señaló además que la mayoría busca refugio en países cercanos, y que la estancia media en estas situaciones se prolonga en torno a 17 años.
El ponente cuestionó la narrativa de la “invasión” y recordó que la mayor carga de acogida suele recaer en países vecinos, a menudo con menos recursos. También puso el foco en los desplazados internos, cuya vulnerabilidad puede ser todavía mayor al permanecer dentro de su propio país.
Al describir la vida en los campos, habló del aburrimiento y las limitaciones, pero también de la capacidad de creatividad y organización que surge para sostener la vida cotidiana. En este contexto, destacó la educación como eje para estructurar el día a día y abrir futuro.
García recordó igualmente el refugio urbano, presente en nuestras ciudades, y citó iniciativas que ayudan a personas desplazadas a recuperar su profesión. En paralelo, advirtió del deterioro del sistema europeo cuando el asilo queda como única “ventanilla” ante el cierre de vías seguras de migración.
En la conclusión, vinculó el asilo con la dignidad humana y citó a Hannah Arendt al definirlo como el “derecho a tener derechos”. Cerró con la imagen del retorno tras la paz en Mozambique: una madre preocupada por “limpiar el camino”, símbolo de la necesidad de reparar senderos y devolver horizontes.
El ciclo continúa los martes a las 19:00 h en el Aula Magna de San Esteban. Más información: www.facultadsanesteban.es.