Caminos para sostener la esperanza, hoy - Hna. Arantxa Sanz
20 de julio de 2025
La hna. Arantxa Sanz ofreció la conferencia: “Caminos para sostener la esperanza, hoy”. Invitó a descubrir los lugares donde es necesario sostener la esperanza: en uno mismo, en los otros, en nuestros entornos, y en el mundo herido. Expresó con claridad que la esperanza es un bien comunitario, un regalo que debemos cuidar. Habló de caminos concretos: fundamentar la vida en Dios, cultivar la interioridad, mantener una actitud positiva, tener una mirada apreciativa y vivir como peregrinos. Porque la esperanza, dijo con firmeza, no defrauda. Capítulos del video: 00:00 - Introducción: Esperanza en medio de la adversidad global 05:00 - Meditación guiada: encendiendo la llama de la esperanza 12:10 - Realidad actual: desafíos y amenazas a la esperanza 16:19 - Llamado a predicar la esperanza (legado dominicano) 20:28 - Tres ámbitos para cultivar la esperanza: persona, comunidad y mundo 26:49 - Fundamentos espirituales: fe, oración y sentido de vida 29:39 - Vivir desde dentro: alegría, resiliencia y buen humor 33:37 - Humildad y comunicación transparente para crecer en esperanza 35:48 - Mirada crítica y apertura a nuevos horizontes 38:07 - Itinerancia: peregrinos de la esperanza, no turistas 39:10 - Gratitud en la incertidumbre: lecciones desde el sufrimiento 43:39 - Amar sin medida: perdón y lazos de comunidad 48:33 - Esperanza en acción: servicio y compasión en las periferias 53:44 - Mito de la Caja de Pandora: la esperanza es lo último que se pierde 58:37 - Conclusión: El mejor momento para la esperanza es hoy La Hermana Arantxa Sanz, en su charla "Caminos para sostener la esperanza, hoy", ofrece una reflexión profunda y espiritual sobre cómo mantener la esperanza en tiempos de crisis. Comienza relatando su experiencia en Mozambique, donde vivió violencia postelectoral y guerra oculta, pero también el asombroso espíritu esperanzado del pueblo mozambiqueño. A partir de esta realidad difícil, introduce el tema de la esperanza como una fuerza interior capaz de sostenernos incluso en la oscuridad. Para disponernos, conduce una meditación guiada en silencio, invitando a conectar con nuestra propia “llama de la esperanza” interior, recordando que la esperanza es más fuerte que el miedo y abre caminos inesperados. Tras esta introducción contemplativa, la ponente analiza los desafíos actuales que ponen a prueba la esperanza: guerras fragmentadas, injusticias, crisis climática, desigualdad y violencia generalizada. Plantea si es ingenuo hablar de esperanza en medio de tanta adversidad, pero afirma que como cristianos –especialmente siguiendo el legado dominicano de Santo Domingo– estamos llamados a ser predicadores de la gracia y la esperanza que no defrauda. Propone tres ámbitos donde cultivar la esperanza: en uno mismo (trabajando la confianza en Dios y la propia valía personal), en la comunidad cercana (familia, amigos, comunidad de fe) y en el mundo entero herido. Sanz desgrana entonces varios caminos para sostener la esperanza: afianzarse en la fe en Dios, la oración y el Evangelio como guía; cultivar la interioridad y el sentido de vida; vivir desde dentro con alegría serena, buen humor y espíritu resiliente; mirar la realidad con positividad apreciativa en vez de con pesimismo. También nos anima a la humildad –dejando de lado el ego y la autocrítica destructiva– y a la comunicación sincera, para generar confianza y unidad. Otras claves incluyen practicar la gratitud a diario, aceptar la incertidumbre y aprender del sufrimiento como maestro que humaniza y fortalece la esperanza. En la dimensión del amor al prójimo, Arantxa Sanz invita a amar sin medida, sirviendo a los demás sin esperar nada a cambio y sabiendo pedir perdón y perdonar para sanar las heridas. Destaca la importancia de tejer lazos comunitarios nutritivos, acoger la diversidad y acompañarnos unos a otros, pues la esperanza crece en comunidad. Así, sugiere acercarse a las periferias sociales con compasión, estar junto a los más vulnerables y predicar con la vida, es decir, dar testimonio esperanzador con acciones concretas de justicia, bondad y solidaridad. Retoma el mito de la caja de Pandora para ilustrar que, a pesar de todos los males, siempre queda la esperanza como último recurso invaluable. La charla concluye exhortándonos a "subir a la azotea" metafórica de nuestras vidas y abrir nuestra caja de esperanza para compartirla con el mundo. Con la inspiración de una canción final, nos recuerda que "lo importante pasa hoy": este momento presente es el mejor momento para vivir con esperanza, construir puentes y mantener la luz de la esperanza encendida en medio de la oscuridad. Ver crónica del 53º Encuentro de Familia Dominicana: https://www.dominicos.org/noticia/la-familia-dominicana-peregrina-con-esperanza-en-tierras-de-santo-domingo/