Se ha dicho de santo Tomás que ha sido el más santo de todos los sabios y el más sabio de todos los santos. Como fruto de su ingenio, no se limitará al uso de la filosofía platónica hecho por san Agustín y los teólogos que le habían precedido, sino que abrirá caminos nuevos explorando las posibilidades que el encuentro con Aristóteles abrirá a la reflexión del mensaje cristiano.
Se convierte así la teología de santo Tomás en una teología nueva para todos los tiempos, no sólo por su contenido, sino también por su forma de hacer teología. Abierto a la verdad, venga de donde venga, explora las mejores herramientas intelectuales que encuentra a su disposición, y las pone al servicio de la predicación y del anuncio de la Buena Noticia del Evangelio.
¿Quién fue santo Tomás de Aquino?
El comienzo
Nace en Roccasseca, en la región del Lacio (Italia) en 1225, su familia fue una de las notables dentro del Imperio de Federico II, su padre, aunque no poseía título nobiliario, era militar de rango y su madre pertenecía a la nobleza siciliana.
Con 8 hermanos más, 3 hermanos y 5 hermanas, Tomás es confiado a los monjes de Montecassino para su educación, donde irá con tan solo 5 años.
Allí permanecerá 9 años y comienza junto con el estudio y la oración, a despertarse en él el deseo de la verdad y de la búsqueda de Dios. Parece que el niño con frecuencia interrogaba a sus preceptores con esa pregunta: «¿Quién es Dios?».
Dos encuentros que cambiarán su vida.
Con tan sólo 14 años Tomás marcha a Nápoles. En esta ciudad se producen dos encuentros que serán decisivos para el rumbo que tomarán sus pasos en el futuro: el que se produce con Aristóteles, y el conocer a la Orden de Predicadores.
En Nápoles, en la primera universidad civil de occidente, el Studium Generalis fundado por Federico II, conoce a Martín y Pedro de Irlanda, que enseñan a Aristóteles con glosas de los árabes. Asimismo, comienza a frecuentar el convento de frailes dominicos y se hace amigo de fray Juan de San Julián, y tiene una nueva experiencia de Dios que lo cambiará de por vida.
La atracción por aquella forma de vida tiene sobre santo Tomás un influjo poderoso por tres razones: la predicación centrada en la Gracia que santo Domingo ejerce y sus hijos después de él continúan; una vida que entiende el estudio como principal forma de observancia, y vivida desde la pobreza mendicante.
Joven novicio
Con 20 años en 1245 llega a París vistiendo el hábito dominico que le ha dado el prior de Nápoles, Fray Tomás de Lentini. Allí se incorporará a la comunidad de Saint Jacques, allí hará el noviciado, profesará y frecuentará la escuela de Artes, donde será discípulo de san Alberto Magno.
Éste lo llevará consigo a Colonia a un nuevo Studium Generalis que la Orden ha creado para la formación de los frailes, donde Tomás completa sus estudios de Teología, se ordena sacerdote, y se inicia como bachiller en la enseñanza.
Un maestro nuevo
Con 27 años, en 1252 regresa nuevamente a París, y se incorpora a la universidad, donde ya desde la primera lección que imparte da muestras de su gran ingenio.
Su tarea consistirá en iniciar a los estudiantes en la lectura de la Biblia y en las sentencias de Pedro Lombardo. No hay repetición en sus métodos, todo es nuevo, introduce nuevos artículos, resuelve las cuestiones de manera nueva, más clara y con nuevos argumentos. A diferencia de otros maestros entrega copias de sus lecciones a los alumnos y a los copistas oficiales.
Su fama se extenderá pronto fuera de la capital francesa, hasta el punto de que el propio Papa intercederá ante el rector de la Universidad de París, para que Tomás sea admitido a los ejercicios de admisión para el magisterio en Teología.
Se inicia como maestro en la primavera de 1256 y permanecerá por tres años, ejerciendo su docencia alternada con la itinerancia, se calcula que recorrió más de 15000 kilómetros.
Madurez teológica
En 1259 se marcha a Roma donde dirigirá un Studium Generalis de la Orden, asimismo permanecerá junto a la corte papal en Orvieto donde escribirá el Oficio para la fiesta del Corpus Christi. De regreso a Roma comenzará a escribir mu mayor obra La Summa Theologiae.
En 1268 regresa a su cátedra de París y la Orden para aliviarle el trabajo le pondrá tres secretarios. Dedica su reflexión en tres frentes principalmente: la defensa de la vida religiosa, la asimilación de Aristóteles frente a los averroístas, y la Summa Theologiae.
El final del camino
En 1272 regresará a Nápoles donde regentará la cátedra de Teología. Con un ritmo de trabajo frenético, 4 o 5 secretarios, dictando prácticamente todo el día, y con varias obras escribiéndose al mismo tiempo.
A partir del 6 de diciembre de 1273, no regresará al scriptorium, y ante la extrañeza y la pregunta de fray Reginaldo, su confesor, secretario y amigo, contestará: «No puedo, ante lo que he visto, todo me parece paja».
El papa Gregorio X lo invitará a que participe en el Concilio de Lyon en mayo de 1274, y Tomás se pone en camino. Marchaba sobre una mula cuando sufre una caída, después de la cual no se sentirá bien.
Llegó a la abadía de Fossanova donde descansó, rezó, enseñó, y se preparó para su final. Se confesará y recibirá la unción, falleciendo el siete de marzo de 1274 en olor de santidad.
¿Qué fue lo más importante que hizo Santo Tomás de Aquino?
Uno de sus mayores logros es poner en valor el trabajo mental, defendiendo la legitimidad de una Orden dedicada al estudio de la Verdad. Y es precisamente a causa de su influjo, junto al de San Alberto Magno, por el que se adopta un nuevo programa de estudios en el que se incluye la filosofía.
Asimismo, contribuirá al cambio actitud en las escuelas cristianas, con respecto a los libros paganos, y de una abierta beligerancia se dará paso a un interés renovado por conocerlos y dialogar con ellos. Con él se consolida el aristotelismocomo fundamento filosófico del pensamiento cristiano, y de la reflexión teológica.
¿Cómo se llama la obra más famosa que escribió Santo Tomás de Aquino?
Las obras de Santo Tomás destacan por su claridad expositiva y por su metódica articulación de los conceptos y argumentos. Las más importantes son la Suma contra los gentiles, también llamada Suma filosófica, y la Suma teológica.
La Suma teológica es pensada como uno de los primeros intentos de exposición sistemática de síntesis teológica. El contexto en el que la escribe, nos ayuda a entender la finalidad que persigue con ella.
Llevaba ya santo Tomás al menos 15 años de docencia, había sido encargado por la Orden de los estudios de sus hermanos, y con el fin de facilitar su tarea de predicación, concibe esta obra que consta de tres partes.
La primera parte trata de Dios: de la esencia divina, de las pruebas de la existencia de Dios, de la Santísima Trinidad. En la segunda parte, Santo Tomás trata del movimiento hacia Dios de las criaturas dotadas de razón, es decir, de la ética y de la moral. La tercera parte quedó inconclusa por la muerte de su autor, está dedicada a Cristo como salvador de la humanidad.
Está formada por cuestiones sobre el tema tratado, que luego se dividen en artículos que buscan responder a una serie de preguntas. Los artículos tienen casi siempre la misma estructura: una pregunta inicial (que expresa normalmente lo contrario de lo que piensa Tomás de Aquino); luego se enuncian argumentos u observaciones que irían en contra de la tesis propuesta (objeciones), luego uno (o varios) a favor (sed contra), después en el cuerpo principal se desarrolla la respuesta; finalmente se contestan una a una las objeciones (y a veces también los que han sido presentados como argumentos a favor).
¿Cómo justifica Santo Tomás la existencia de Dios? ¿Qué significan las 5 vías de Santo Tomás?
Las cinco vías son los argumentos de carácter filosófico que santo Tomás utiliza para demostrar la existencia de Dios, además éstas nos muestran atributos que pertenecen al ser divino. Estas son:
- Vía del movimiento. Es necesario llegar a un primer motor que nos sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por Dios.
- Vía de la causa eficiente. Esa primera causa es la causa de todo lo demás y no tiene, a su vez, ninguna causa. Esa causa es Dios.
- Vía de la contingencia y de la necesidad. Ha de haber algún ser que siempre haya existido, cuya necesidad dependa de sí mismo y que sea causa de la necesidad de las otras cosas necesarias. A eso es a lo que llamamos Dios.
- Vía de los grados de perfección. Existe algo que es para todas las cosas causa de su ser, de su bondad y de todas sus perfecciones, y a esto lo llamamos Dios.
- Vía de la finalidad. Los seres inteligentes tienden a fines más elevados, pero también obran conforme a un fin. Y de la misma manera necesitan una inteligencia más elevada que las guíe y conduzca hacia el cumplimiento de su finalidad. Esta inteligencia elevada, que dirige a todas las demás hacia su finalidad, es a lo que llamamos Dios
¿Qué dice Santo Tomás sobre la fe y la razón?
La raíz carismática se hace sentir en la obra del Aquinate, y la confianza en el poder de la gracia de la que santo Domingo es predicador. El ser humano no sólo es naturaleza marcada por la debilidad del pecado, sino naturaleza elevada a imagen del Dios que le ha creado. La huella más perfecta de Éste en el hombre es precisamente la razón. Fe y razón se convierte así en un binomio que se complementan y se ayudan mutuamente.
Es de alguna manera ese «optimismo» antropológico, el que le lleva a descubrir el valor de lo humano, y la llamada a la santidad como un ofrecimiento de amistad del creador a su criatura.
¿Qué piensa Tomás de Aquino sobre la verdad?
La verdad es una búsqueda que acompaña a santo Tomás toda su vida, desde su infancia en Montecassino, hasta su etapa como maestro en París.
Considera que el hombre en cuanto dotado de inteligencia, creado a imagen y semejanza de Dios es capaz de la verdad, y ésta es entendida como la adecuación entre el entendimiento y la realidad.
Aportes de Santo Tomás para nuestra sociedad hoy.
Santo Tomás sigue siendo maestro de una alta contemplación, es el hombre y el teólogo que mira a Dios y al prójimo distribuyendo en su entorno la luz que recibe de Él. «Contemplar y dar lo contemplado», en esto consiste la tarea del que se dedica al estudio del misterio divino.
Santo Tomás es el hombre en camino hacia Dios, aquel que se siente «mendicante» ante la inmensidad del misterio, no satisfecho, siempre en búsqueda. Pero que confía en la capacidad de la razón, convirtiendo el estudio en contemplación, en una apasionada tarea, escudriñando la verdad «venga de donde venga», ya que «toda verdad procede del Espíritu Santo».
Asimismo, nos ayuda con su manera de pensar y de hacer teología, a distinguir el mensaje de la fe, de las formas contingentes e históricas, de las que se ha servido la Iglesia para su trasmisión. Ejemplo de esto es su novedosa opción filosófica de Aristóteles frente a Platón, más frecuente desde los primeros siglos de cristianismo hasta su época. Su audacia, sigue siendo en nuestro tiempo una provocación y estimulo, para seguir discerniendo las mejores herramientas filosóficas a nuestro alcance, para hacer comprensible el mensaje evangélico, a los hombres y mujeres del siglo veintiuno.
Si quieres conocer en profundidad la figura de Tomás de Aquino, te ofrecemos: