Dom
3
Abr
2022

Homilía V Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2021 - 2022 - (Ciclo C)

Tampoco yo te condeno

Pautas para la homilía de hoy


Evangelio de hoy en audio

Reflexión del Evangelio de hoy

«Lo que salva es la mirada» decía Simone Weil. La mirada puede ser la clave desde donde nos acerquemos al evangelio de hoy. Jesús vino a liberarnos para amar como Dios ama.

El evangelio nos cuenta que Jesús regresa del monte de los Olivos. Sabemos que Jesús se retiraba al monte a estar con Dios en la intimidad.

Al amanecer Jesús va al templo y se encuentra con la gente y allí se sienta, actitud propia del maestro que enseña. Es entonces que le traen a una mujer sorprendida en adulterio para ponerlo a prueba. Los escribas y fariseos que la traen, miran a esa mujer con indiferencia, esa mirada la invisibiliza despojándola de su dignidad para cosificarla. En ese momento Jesús baja la mirada; Él no entra en esta dinámica. Guarda silencio y se pone a escribir en el suelo mientras los acusadores lo interpelan buscando ponerlo a prueba. Los silencios de Jesús son elocuentes porque dicen sin palabras. ¿Qué habrá escrito Jesús en el suelo?

Ante la insistencia Jesús se incorpora y mira a los acusadores. Es una mirada penetrante que entra hasta el corazón. Como la mirada al joven rico Jesús seguramente los amo y sintió tristeza. Les invita a mirar de una manera diferente: “El que esté sin pecado, que tire la primera piedra”. Nuevamente baja la mirada.

Cuando todos se han ido y solo queda la mujer, entonces Jesús la mira. La mirada de Jesús es creadora. La restituye a la existencia. Despierta lo más auténtico de ella. Saca a la luz lo bueno que hay en su corazón. Es una mirada sanadora que ofrece el perdón. Es una mirada que hace libre y permite a la mujer emprender un nuevo camino en la vida.

Como nos recordaba Pedro Fraile Yécora: «La mirada se educa como se educa el oído. Hay que aprender a mirar para que los acontecimientos, los paisajes humanos, no nos sean indiferentes, sino significativos. Hay que aprender a escuchar para que las tímidas llamadas de tantas personas alcancen nuestra atención y sepamos distinguir entre los gritos de ayuda y el ruido de la sociedad.» Tal vez sea oportuno en esta última semana de Cuaresma preguntarnos ¿Cuál es nuestra mirada hoy?