Nov
Homilía XXXIV Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)
“ Nos ha trasladado al Reino de su Hijo ”
Introducción al Evangelio del día
Corría el año 1925. Pio XI, inquieto por el creciente laicismo cultural y con el deseo de que el mundo, reconociendo la soberanía de Jesús, pudiese disfrutar la libertad, la tranquilidad, la paz y la concordia, instituyó esta fiesta que comenzó llamándose de Cristo Rey y que en la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II pasó a ser de Jesucristo Rey del Universo.
Celebramos esta solemnidad como creyentes, evitando interpretaciones seculares y políticas, frecuentemente cargadas de nostalgia fundamentalista, que en ocasiones se han dado entre nosotros. Jesús no es un rey más en la larga galería de los poderosos de la historia. Por eso, despistan y sobran los cetros y las coronas con que hemos adornado sus imágenes. Tampoco la Iglesia es ya el Reino, que se codee con otros poderes del mundo.
La realeza o soberanía de Jesús es un hecho espiritual, aunque no espiritualista. Su Reino no es de este mundo, pero tiene que ver con este mundo: no es un Reino construido por los humanos, sino regalado por Dios, no es un Reino de poder sino un Reino de servicio, no es un Reino de confrontaciones sino un Reino de fraternidad, no es un Reino de exclusiones sino un Reino de amor.
Festejamos a Jesús en quien ya se ha realizado el Reino al que el Padre nos ha incorporado amorosa y gratuitamente. Esto nos compromete, aquí y ahora, a modelar nuestras realidades personales y sociales en conformidad con su proyecto y sus valores. Y a esperarlo como realización plena de nuestro destino en su Paraíso.