Dom
1
Dic
2013

Homilía I Domingo de Adviento

Año litúrgico 2013 - 2014 - (Ciclo A)

Estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el hijo del hombre

Introducción

Estamos acostumbrados a que nos presenten los textos de la misa de hoy como estremecedores. Parece que nos atemorizan y nos conminan a que estemos alerta porque a la hora que menos pensemos, “¡zas!”, vendrá el juez. Pero ¿es realmente amenazador el evangelio de hoy? Frecuentemente se dice que en el juicio final que hará el Hijo del hombre se decide sobre la salvación o la condenación de los seres humanos, y esto, qué duda cabe, es algo muy trascendental. Por eso, toda la vida de los cristianos debería ser una preparación para esta prueba decisiva. Sin embargo, según Luz, esto plantea una pregunta para la interpretación teológica de este evangelio. ¿Cuál es (entonces) el significado de la entrega de Dios a los hombres en Jesús, el «Enmanuel», si al final sólo (es) el juicio según las obras (el que) decide acerca de la vida eterna o el castigo eterno? ¿En qué puede confiar entonces el ser humano, sino (sólo) en lo que haya hecho él mismo? La interpretación, pues, que hagamos de los textos que hoy presenta la liturgia debe tener muy en cuenta esta seria objeción.

A muchos cristianos de hoy les importa muy poco o nada el fin del mundo y el posible juicio que le seguirá; tan sólo les puede quitar el sueño la experiencia de la muerte propia, que pone fin a la vida de cada uno. Por eso ven los textos referidos al juicio final como pura fantasía. A ello se añade que no es fácil saber qué representaron estas imágenes y vaticinios para las personas que los narraron en los evangelios, y qué experiencias había detrás de ellos. Simplemente porque en el lenguaje apocalíptico, dichas experiencias están “cifradas”. Cierto es que en la creación de textos apocalípticos, las propias experiencias dolorosas fueron siempre el factor decisivo, cosa que no hay que olvidar en la interpretación y aplicación de los textos de hoy.

Lo más importante y decisivo que hemos de tener en cuenta de estos textos es que su interpretación ha de guardar coherencia con el estilo de actuación que llevó a cabo Jesús con su vida. Esta vida de Jesús es la que nos da la auténtica clave del significado y del alcance, como veremos en las pautas para la homilía.