¡Yo también quiero ser predicador!

Ése era el lema del Encuentro del Movimiento Juvenil Dominicano que el pasado 26-28 de febrero nos convocó en Becerril de la Sierra, un pueblecito cerca de Navacerrada, Madrid.

Aunque los meteorólogos no auguraban una buena climatología para el fin de semana (ciclogénesis explosiva…puff como suena eso…), lo cierto es que la sierra hizo su trabajo y nos protegió de los fuertes vientos. De modo que no tuvimos ningún problema para llegar a la casa que las hermanas dominicas tienen allí.

Como siempre, el fin de semana fue un momento de reencuentro con los hermanos de todas partes de España. Un momento de compartir alegrías, renovar ilusiones y esperanzas, de cargarnos las pilas para seguir adelante, e incluso de celebrar cumpleaños, como el de Ricardo... jeje.
El sábado comenzó con una grata visita, la de Marisa con los chicos del albergue, y siguió con la charla de David Lana OP. Que hizo un repaso de los “pilares” de la Orden a través de la figura de diversos Dominicos del siglo XX.

Por la tarde, tuvimos la suerte de contar con la presencia de un cuarteto de lujo, “Il Santo”, formado por cuatro santos de la Orden: Tomas de Aquino, Vicente Ferrer, Catalina de Siena y Pedro de Verona. Ellos mismos nos hablaron de su vida y milagros, en una entrevista para “La tarde de Te” muy interesante, a la par que amena y divertida que arrancó lágrimas de risa y muchos aplausos.

Por la noche, en la oración, no faltó el recuerdo por nuestros hermanos de Chile, a algunos de los cuales tuvimos la suerte de conocer en el Encuentro Internacional de Fátima en verano.

Nuestros hermanos de las Comunidades Juana de Aza fueron los encargados de la charla del domingo por la mañana, en la que también contamos con la visita de Luis Matamoro OP e Iván Calvo OP. Tras la charla, todos juntos compartimos la Eucaristía, que recogió los buenos momentos vividos el fin de semana y en la que se nos encomendó la tarea de PREDICAR (en mayúsculas) el Evangelio.

Sin duda este ha sido un Encuentro que tardaremos en olvidar. Y que nos ha demostrado que, cual hormiguitas, seguimos trabajando con alegría y esperanza en la construcción del Movimiento, que sigue adelante gracias al esfuerzo de todos.

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