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XXXVIII Encuentro de Familia Dominicana: La Misión de la Predicación

11 de julio de 2010

Los pasados días 9, 10 y 11 de Julio diversos miembros de la familia dominicana se reunieron en Caleruega para reflexionar sobre el tema propuesto para este año en el marco del jubileo dominicano por el ochocientos aniversario de la orden.

XXXVIII Encuentro de Familia Dominicana: La Misión

De la mano de los ponentes y con un ritmo intenso de trabajo se reflexionó sobre la espiritualidad del predicador y la práctica de la predicación. También se ahondó en la vida de uno de los personajes de mayor actualidad en nuestra familia y que supone un claro ejemplo de predicación encarnada, audaz e infatigable: fray Francisco Coll op.

Así pues, la hermana Pilar del Barrio op habló de la vivencia de la experiencia del Espíritu como fundamento de la predicación dominicana. Una espiritualidad que supone nuestra propia manera de situarnos ante el mundo y de descubrir la acción del Espíritu Santo en él. En opinión de Pilar, esta espiritualidad se asemeja con un cuadro inacabado que se enriquece con diversas pinceladas; pinceladas que expuso a partir de los elementos de la vidriera de Carpentier sobre la vida de Santo Domingo.

La ponencia de fray Cesar Valero op versó sobre la predicación de la palabra. César inició su aportación a partir de la reflexión acerca del gozoso privilegio de usar las palabras y de la no menos gozosa responsabilidad de ser portadores de la Palabra para hablar a continuación de cómo comunicar la Palabra con las palabras, cómo comunicar la Palabra con la vida y terminar reflexionando acerca de cómo predicar hoy.

Finalmente, y con la intención de no solo hablar de palabras e intenciones sino también de hechos, la última de las intervenciones versó sobre la vida de fray Francisco Coll, recientemente canonizado y fundador de la congregación de Dominicas de la Anunciata. La hermana Otilia González op perfiló los elementos esenciales de su biografía: su coraje en un tiempo de dificultad en lo político y en lo social, de su audacia y acción evangelizadora y sobre todo de su predicación y testimonio.

Tres días de estudio, oración y convivencia en los que hubo también tiempo para el compartir ánimos y proyectos e incluso la representación del Privilegio de Alfonso X el Sabio junto al pueblo de Caleruega. Tres días de alegría en la celebración del jubileo dominicano por el octavo centenario de la promulgación de la orden.

Como siempre, el agradecimiento por la acogida generosa y fraterna que las comunidades de monjas, religiosas y frailes de Caleruega brindaron a los asistentes del encuentro.

Se puede ver el álbum de fotos del Encuentro.