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Un mes después de Bagua

7 de julio de 2009

Ayer, cinco de julio, se cumplió el mes de la triste y horrible matanza de Bagua. La Comunidad de Timpía se hizo presente en la misa dominical para agradecer el sacrificio de nuestros hermanos que con su sacrificio han contribuido a asegura los territorios de los pueblos amazónicos.

Un mes después de Bagua

Hemos pedido a Dios por el descanso de los sencillos, policías y nativos, que no buscaron su muerte sino que se la ofrecieron en bandeja los interese de los poderosos. Todos nos preguntamos por la utilidad real, duradera, de un sacrificio tan grande. La respuesta nos la ofreció con toda crudeza la Empresa Transportadora de Gas del Perú (TGP), una multinacional y multimillonaria empresa que ha construido el ducto que lleva el gas de Camisea, dentro de la jurisdicción de nuestra misión hasta Lima, unos 700 kilómetros. Ese ducto recorre 12 kilómetros dentro de nuestro territorio con el permiso de la comunidad por una zona muy alejada del centro poblado, casi 20 kilómetros, y con una menor peligrosidad de contaminación para las personas. Durante estos 5 años de actividad la relación del TGP con nuestra comunidad ha sido muy deficiente: tacañería, pagos atrasados, promesas no cumplidas. Pero lo peor de todo ha sido comprobar que la construcción del ducto ha sido mala y por eso se han venido sucediendo roturas y explosiones de los tubos produciendo desastres en el medio ambiente. A las 10.30 de la mañana llegaba el helicóptero de la empresa con el ingeniero responsable de las relaciones con la Comunidades nativas y sus ayudantes. Ya había dado comienzo la Asamblea comunal, máxima autoridad de la comunidad. El salón estaba lleno de comuneros, algo nerviosos por el posible peligro que suponía la propuesta de TGP . El día anterior el Jefe me pidió preparar una defensa de los derechos de la comunidad y esto me agradó porque esa es mi misión como dominico, buscar la verdad para ayudar a los sencillos, y con la verdad las justicia y su plena libertad. Esto me ocupo un tiempo en repasar todas las normas legales, constitucionales y convenios internacionales que afirman la plena posesión de los pueblos indígenas. Pasé un resumen de 25 preguntas a la Junta Directiva para facilitar su defensa.

El ingeniero solicitó, con la seguridad de que iba a conseguir su aprobación, construir un sendero de u metro de ancho por unos 15 kilómetros de largo, atravesando todo el territorio de la comunidad, pasando cerca  del centro poblado, casas, instituciones educativas, sanitarias, comunales, chacras de pan llevar, manantes, quebradas y ríos. Se trataba de un trabajo preliminar sin ninguna importancia, simplemente par tomar algunos puntos de carácter topográfico. De inmediato todos los comuneros se dieron cuenta de la falsedad del discurso. Era imposible que una empresa como TGP que sólo hace gaseoductos con una ganancias millonarias, pudiera contentarse con un simple  e innocuo estudio preliminar. La intención era clara, y el ingeniero no pudo ocultarla suficientemente. Dentro de un plazo no demasiado largo vendría la solicitud, fuertemente respaldada por el gobierno de pasar un peligrosísimo ducto por toda la población. Se entabló un diálogo tenso entre comuneros e ingeniero. En aquellos momentos que me pareció oportuno, siempre buscando la verdad, le eché en cara las falsedades que con gran habilidad quería disimular la codicia de la empresa. Si no lograba el permiso de la comunidad, la TGP tendría que perder muchos millones, pero no hacer un daño irreparable a nuestra gente. Me admiré al escuchar a nativos ya mayores que en un castellano un tanto deteriorado presentaban argumentos tan originales que el ingeniero quedaba desconcertado. El Espíritu del Señor estaba en la boca de los humildes. Los jóvenes apuraron la negativa y el ingeniero tuvo que retirarse con las manos vacías. Sin duda ganamos un batalla, pero no nos hacemos ilusiones y tememos que la guerra la ganarán los poderosos. Que Dios nos ayude a no llegar de ningún modo a situaciones como la de Bagua.