Un grupo de jóvenes dinamiza la vida parroquial en San Pedro Mártir de Sanchinarro
Cerca de 40 jóvenes, acompañados por fray Marcos, preparan un viaje a Roma por la canonización de Pier Giorgio Frassati
En la Parroquia San Pedro Mártir, ubicada en el corazón del barrio de Sanchinarro y confiada a los frailes dominicos, ha surgido una llama de esperanza. Por primera vez en muchos años, un grupo activo de jóvenes ha encontrado en la comunidad parroquial un espacio de fe, compromiso y acción.
Desde hace casi tres años, cerca de 40 jóvenes, hombres y mujeres entre los 17 y los 30 años, han ido tejiendo una comunidad sólida y viva. Aunque muchos de ellos están en etapas exigentes de sus vidas —universidad, trabajos, oposiciones—, se siguen sintiendo parte del grupo. Su punto de encuentro semanal es la misa de los domingos a las 20:30h, una celebración pensada especialmente para ellos. En esta Eucaristía no solo participan como asistentes: cantan en el coro, preparan la liturgia y sostienen con su presencia la vida de la parroquia.
Quien acompaña y anima este grupo es fray Marcos, dominico conocido con cariño como nuestro cocinero estrella. Más allá de su talento en la cocina comunitaria, fray Marcos está al frente del grupo de jóvenes, guiando sus encuentros, organizando las actividades y dirigiendo el coro que anima la misa dominical. Su cercanía, alegría y compromiso han sido fundamentales para consolidar este grupo como una verdadera familia dentro de la comunidad parroquial.
Este año, los jóvenes se han embarcado en una aventura que une fe, cultura y misión: un viaje a Roma con motivo de la canonización del beato laico dominico Pier Giorgio Frassati, programada para el 4 de agosto. El viaje, que se realizará del 27 de julio al 6 de agosto, no solo contempla la participación en la ceremonia de canonización, sino también visitas a lugares significativos para la espiritualidad dominicana, como Montepulciano —tierra de santa Inés, dominica y Siena, ciudad natal de santa Catalina, doctora de la Iglesia y hermana dominica.

Para poder financiar este viaje, 18 de estos jóvenes han organizado una sencilla pero significativa actividad de recaudación: cada domingo, después de la misa, han estado vendiendo artesanía hecha por ellos mismos. Esta iniciativa surgió de forma espontánea dentro del grupo, como una respuesta concreta y creativa a la necesidad económica. Desde el inicio ha contado con el apoyo del párroco, padre Fernando, y del prior del convento, padre Pedro Juan, quienes han reconocido en este gesto una expresión viva del compromiso cristiano y del deseo de los jóvenes por caminar con la Iglesia.
Este domingo 8 de junio, solemnidad de Pentecostés, fue el último día de venta de artesanía antes del viaje. La elección de esta fecha no es casual. Pentecostés es, en palabras del Papa Francisco, el “lanzamiento de la Iglesia misionera”, la misma Iglesia que estos jóvenes desean vivir y encarnar con alegría, apertura y entrega. Es también la Iglesia que el nuevo Papa León XIV ha reafirmado como una Iglesia de puertas abiertas, capaz de acoger y de salir al encuentro del mundo.
Pero la dimensión espiritual del grupo no se limita a la preparación de este viaje. Desde hace varios meses, han iniciado una nueva propuesta de adoración al Santísimo: una hora santa al mes, generalmente el último miércoles, a las 20:30h, abierta a toda la comunidad. Son ellos quienes preparan los cantos, las meditaciones, y guían con sencillez y profundidad ese espacio de oración. Esta iniciativa ha sido recibida con gran esperanza por la comunidad parroquial, como un signo de renovación, de búsqueda sincera de Dios, y de un anhelo de encuentro con Cristo vivo.
El testimonio de estos jóvenes es, hoy, una buena noticia. En un mundo marcado muchas veces por la indiferencia espiritual y el desconcierto existencial, su camino recuerda que la fe sigue siendo fecunda, que la Iglesia sigue atrayendo y que Cristo sigue llamando. Jóvenes que venden lo que hacen con sus manos, y que oran con el corazón.
Ellos han nacido en la fe y han crecido en comunidad. Y en este caminar, nace también la esperanza.
Hna. Marcela Zamora
Secretariado FD