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Comienza el campo de trabajo del MJD en Granada

15 días de voluntariado con una componente clave de comunidad, complementado con formaciones y actividades lúdicas

  Ha llegado julio y, con él, el campo de trabajo del Movimiento Juvenil Dominicano (MJD). Granada, Siena, convivir, voluntariados, aprender, sentir, rezar... y tantos otros términos que resultarán familiares para quienes hayan tenido esta experiencia. Una experiencia que dio comienzo hace unos veinte años, y que tantas riquezas y vivencias han traído a no pocos jóvenes del MJD a lo largo de todo este tiempo.

Hay que ser sembradores allí donde se esté

  El pasado día 15 se llegó a Granada. Jóvenes venidos de diferentes puntos de España se reencontraron en 'Siena' -así se llama la casa de las hermanas que conocemos como "dominicas de Granada", donde convivirán estos quince días-. Abrazos, abrazos y más abrazos pusieron comienzo al campo de trabajo. Distribución de habitaciones, horarios, grupos para las tareas comunes e información sobre los voluntariados a realizar, adentraron a los jóvenes en estos "días de aventura" que van a vivir y sentir. Y cómo no, todo este poner a punto y organizar, tuvo su momento culmen con la celebración de la Eucaristía el domingo 16. En ella se llegó a la conclusión de que hay que ser sembradores allí donde se esté. Sembrar, sembrar y sembrar sabiendo que, quizá, los frutos los recogerán otros. El lunes, después de una oración en la que se envió a la misión, comenzaron los días de voluntariado.

  Hasta aquí lo vivido de momento... bueno, vale, sí, es verdad, también se ha tenido piscina, momentos lúdicos y esas conversaciones laaaaaargas llenas de confidencias que le dan ese toque especial, aún más si cabe, al campo de trabajo.

Fray Ángel Fariña O.P.
Asistente religioso del MJD