Sentarse a la mesa todos juntos para comer, para charlar, para resolver conflictos, para diseñar proyectos, para firmar compromisos, por razones materiales. Sentarse a la mesa por razones vitales, unos a otros nos enriquecemos cuando compartimos, estamos juntos, alimentamos las propias necesidades: presencia, hospitalidad, compañía, palabra, cuidado, afecto y amistad.