María Magdalena en las narraciones evangélicas.

Extracto de: Carmen Lanao Eizaguirre, María Magdalena, ¿Qué significa hoy para la vida y misión de la Orden de Predicadores?, Tesina de licenciatura en teología pastoral, pp. 5-23.64-69.
María Magdalena es una figura destacada en los relatos evangélicos, reconocida como testigo de la muerte y resurrección de Jesús. Aunque los evangelios canónicos no la llaman explícitamente "discípula" ni "apóstola", su papel como testigo y predicadora la convierte en un modelo de fe y evangelización. Jesús la incluyó en su círculo de seguidores, rompiendo normas culturales de su época, y le confió la misión de anunciar su resurrección. Su cercanía al Señor y su fidelidad la posicionan como un símbolo de la inclusión de mujeres en la misión del Reino y como paradigma para los cristianos de todos los tiempos.
En los diferentes evangelios, su figura adquiere diversos matices: en Marcos y Mateo, es testigo de la muerte y resurrección y paradigma de discipulado fiel; en Lucas, aunque aparece antes de la pasión, se insinúa su papel como discípula a pesar del silencio cultural impuesto a las mujeres; en Juan, María Magdalena representa el proceso del creyente que, mediante una relación personal, accede a la fe en el Resucitado. A través de su presencia constante, los evangelios muestran la inclusión de las mujeres en el círculo discipular y el carácter contracultural del mensaje de Jesús.
La Orden Dominicana encuentra en María Magdalena una inspiración para su misión de predicación y búsqueda de la Verdad. Su vida refleja el lema dominicano "Contemplari et contemplata aliis tradere" (contemplar y transmitir lo contemplado), siendo un ejemplo de contemplación y transmisión de la buena noticia. La devoción a María Magdalena se intensificó en la Edad Media, coincidiendo con la fundación de la Orden de Predicadores. Aunque inicialmente no hubo una devoción especial hacia ella, su figura se integró en la tradición dominicana, especialmente desde que los dominicos asumieron el cuidado del santuario de Sainte Baume en 1295.
María Magdalena representa la alegría de la predicación y la universalidad del mensaje cristiano. Su inclusión junto a los gentiles en el anuncio del Reino subraya la apertura del evangelio. La Orden Dominicana ha mantenido su vínculo con esta santa a lo largo de la historia, reflejando su devoción en la predicación, liturgia y arte. Su figura sigue siendo un desafío y modelo para la misión de los dominicos, destacando la importancia de la búsqueda de la Verdad y la transmisión del mensaje de salvación sin fronteras.
