Condujo a su pueblo por el desierto

Condujo a su pueblo por el desierto

Reflexión bíblica de fray José Fernández Moratiel, fundador de la Escuela del Silencio


En el silencio como en el desierto puede haber de todo: cansancio, dolor, alegría, aburrimiento; hay lo que hay en la vida. El silencio es la vida.

La vida a la que podemos ver y acoger.

Es la vida y por eso no hay que calificarla de buena o mala y la vida merece la pena ser vivida. El silencio es nuestra vida.

Un silencio tan grande que no admite ninguna calificación. Una vida tan bella que no tiene por qué calificarse de ninguna manera. Es la vida y basta.

Fray José Fernández Moratiel