Evangelio del día
Vigésimo sexta semana del Tiempo Ordinario - Año Impar

Del día 25 de Septiembre al 1 de Octubre de 2011

Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios

Introducción a la semana

Las lecturas del AT siguen hablándonos del retorno del pueblo que estaba en el exilio. Baruc reconoce que lo que el pueblo ha sufrido ha sido consecuencia de sus pecados, por lo cual asegura que, arrepintiéndose, Dios lo perdonará y lo restablecerá. Y el profeta Zacarías afirma que, una vez reconstituido, el pueblo vendrá a ser para otros pueblos lugar de encuentro con Dios. Por ser fiel, será mediador. La nueva etapa se inaugura con una solemne liturgia en torno al libro de la ley, símbolo de la alianza, cuya observancia devolverá al pueblo su identidad y garantizará su futuro de prosperidad.

 

En los pasajes evangélicos de esta semana, Lucas comienza a hablarnos de la marcha de Jesús hacia Jerusalén, donde consumará su misión con la entrega de su vida. Destaca, pues, en el horizonte la perspectiva de la Pascua, como también la preocupación de Jesús por preparar a sus discípulos para la misión que tendrán que llevar a cabo después de su partida. Se nos habla de tres tipos de discípulos que quieren seguir a Jesús y de las exigencias de éste para con ellos; de la misión de los 72 (anticipo de la misión futura a los paganos); de la lamentación de Jesús sobre las ciudades que no han querido acoger su palabra; y, por el contrario, de su júbilo porque la revelación de Dios se ha dirigido con preferencia a los “pequeños” y no a los sabios. Un júbilo impulsado por el Espíritu, que mueve a Jesús a dar gracias al Padre por ese admirable designio (es un texto claramente trinitario: Jesús –el Hijo-, el Espíritu y el Padre aparecen íntimamente relacionados).

El santoral nos presenta a san Vicente de Paúl, el gran misionero popular y el apóstol de la caridad en la Francia del jansenismo y de las guerras de religión.- Los tres arcángeles bíblicos (Miguel, Gabriel y Rafael) aparecen como instrumento de la solicitud de Dios sobre la humanidad.- San Jerónimo, uno de los grandes doctores de la Iglesia antigua, proclama con su obra su amor a la Escritura, que tradujo casi en su integridad a la lengua vulgar.- Y santa Teresa del Niño Jesús nos enseña el camino de la fidelidad a Dios en las cosas pequeñas y el alcance misionero de la vida contemplativa.

Fray Emilio García Álvarez O.P.

Fray Emilio García Álvarez O.P.
Convento de Santo Tomás de Aquino (Sevilla)

Días de la semana