Dom
22
Dic
2019

Homilía IV Domingo de Adviento

Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)

Le pondrá por nombre Emmanuel

Pautas para la homilía de hoy


Evangelio de hoy en audio

Reflexión del Evangelio de hoy

Queremos que ésta sea una Navidad verdadera, como lo fue la primera en Belén de Judá. Pretendemos que sea un acontecimiento ( algo que ocurre) en nuestra vida, mucho más que un tierno recuerdo del pasado; queremos que nuestra Navidad sea otra, distinta a las anteriores, libre de rutinas y ficciones. En definitiva: queremos que sea una nueva Navidad.

Estas son algunas señales de la verdadera Navidad:

Una Virgen va a ser Madre anuncia Isaías

En el evangelio, Mateo  llama María a esa virgen y madre; José estaba desposado con ella, pero Jesús es concebido, a pesar de todo,  por obra del Espíritu Santo. Lo que ocurre en Belén es ciertamente extraordinario, no cabe en la lógica humana; es, pues, una gracia,  un regalo de Dios. Hay que ser muy cuidadosos para no des-divinizar la Navidad: es un acontecimiento humano pero que revela una intención concreta del amor de Dios.

A menudo, las señales de Dios no son comprensibles; nos cuesta interpretarlas

Las tribulaciones de José  son una muestra de ello: él no quiere denunciar a María por su presunta mala conducta, pero decide repudiarla en secreto. María y José, dos jóvenes piadosos  israelitas, son probados en su fe. Puede  que en nuestra comunidad haya hermanos y hermanas que dudan de la Navidad: de la virginidad de María, de la divinidad de Jesús…

"Le pondrá por nombre Emmanuel (que significa ‘Dios-con-nosotros’)”

Esta es una de las grandes señales de la Navidad: la cercanía de Dios con el hombre. No es que Dios se acerque en la Encarnación al hombre sino –mucho más- que Dios se hace Ya no cabe mayor cercanía que esta asombrosa comunión acaecida en la plenitud de los tiempos. De este modo, la Navidad es el gesto solidario más pleno y comprometido de Dios con el hombre.

El evangelio de este domingo nos da la noticia de que José, superadas sus dudas, “se llevó a casa a su mujer”. Tal vez sea esto lo que cada uno de nosotros hemos de hacer para seguir preparando con María la Navidad verdadera.