Evangelio del día
Vigésimo cuarta Semana del Tiempo Ordinario - Año Par

Del día 12 al 18 de Septiembre de 2010

Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta

Introducción a la semana

En esta semana afloran con fuerza dos celebraciones. La fiesta de la Exaltación de la santa Cruz y la memoria de Nuestra Señora de los Dolores. También es obligatoria la memoria de san Juan Crisóstomo y los santos mártires Cornelio y Cipriano, éstos sin lecturas propias. Dominicos y dominicas celebran el sábado, día 18, la memoria obligatoria del sencillo y entrañable santo Juan Macías.

En las primeras lecturas se continúa con la primera carta de Pablo a los Corintios. Aparte de seguir con prescripciones morales, se abordan cuestiones esenciales de la fe cristiana, como el hecho de la resurrección. La resurrección de hombres y mujeres tiene su fundamento en la resurrección de Cristo. Sin resurrección nuestra fe sería vana.
Sigue Jesús en los textos evangélicos derramando su enseñanza. En esta semana encontramos a Jesús que quiere alegría en los suyos. Que sepan disfrutar de la vida. Él asiste, invitado, a un banquete. Ve cómo una mujer tiene deferencias cariñosas con él. Y le da lugar a relacionar perdón y amor, con una relación recíproca. En fin, vemos a Jesús dejarse querer y ayudar por las mujeres que le siguen. Jesús no es un áspero profeta que ve el mal en todo, sino que descubre el gusto de vivir, la necesidad de amar y de tener amigos y amigas. Un gran y cercano Jesús.
 

Fray Juan José de León Lastra O.P.

Fray Juan José de León Lastra O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

Días de la semana