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El manantial de la esperanza el estudio y el anuncio de la Buena Nueva

4 de abril de 2017

El manantial de la esperanza el estudio y el anuncio de la Buena Nueva

Carta sobre el estudio y la predicación, publicada en la fiesta de la Presentación de Nuestra Señora 21 de noviembre 1995

Cuando santo Domingo recorría el sur de Francia, su. vida en peligro, solía cantar alegremente: "Estaba siempre alegre y feliz, excepto cuando se movía compasión por las penas que afligían a su prójimo". Y esta alegría de santo Domingo es inseparable de nuestra vocación de predicadores de la buena nueva. Estamos llamados a "dar razón de nuestra esperanza"(l Pe 3,15). Hoy en día, en un mundo crucificado por el sufrimiento, por la violencia y por la pobreza, nuestra vocación es más ardua y más difícil que nunca. Hay una crisis de esperanza en todo el mundo. ¿Cómo debemos vivir la alegría de Domingo siendo hombres de nuestro tiempo y compartiendo las crisis de nuestra gente y la fuerza y debilidad de nuestra cultura?. ¿Cómo alimentar una esperanza profunda, fundados en la promesa inquebrantable de Dios que ofrece vida y felicidad para sus hijos?. En esta carta a la Orden expondré mi convicción de que una vida de estudio es uno de los modos de progresar en este amor que "todo lo excuse, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta"(1 Co 13,7)

Ha llegado la hora de renovar los amores entre la Orden y el estudio. Está comenzando ya a ser realidad. Veo abrirse en todo el mundo nuevos centros de estudio y de reflexión teológica, en Kiev, Ibadan, Sâo Paulo, Santo Domingo, Varsovia, por nombrar sólo algunos. Estos centros no deberían ofrecer sólo una formación intelectual. El estudio es el camino hacia la santidad, que abre nuestros corazones y nuestras mentes a los demás, que crea comunidad y forma a los que proclaman llenos de confianza la venida del Reino...

Si se quiere adquirir el libro completo:

El manantial de la Esperanza, Editorial San Esteban

 

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