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Santa Catalina de Siena: un recorrido visual por la vida y la espiritualidad de una mujer destacada del siglo XIV

29 de abril de 2021

Recorrido visual por la vida y la espiritualidad de Santa Catalina de Siena por fray Julián de Cos Pérez de camino O.P.

Te invitamos a este recorrido visual por la vida de Santa Catalina de Siena de la mano de fray Julián de Cos, que nos guía en este apasionante recorrido por la vida y la espiritualidad de una mujer de iglesia que destacó en el siglo XIV y que hoy en día sigue siendo de actualidad.

Catalina nació en marzo de 1347 en Siena. Es la penúltima de los veinticinco hijos de Jacobo Benincasa y Lapa Piacenti. A la edad de seis años, tiene una visión de Jesucristo que le marca toda la vida. Desde tan tremprana edad quiso consagrarse totalmente al Señor.

Tras la muerte de su hermana y teniendo 16 años ingresa como laica dominica en las Mantellate, o Hermanas de la Penitencia de Santo Domingo. Estos años se caracterizan por una intensa vida de estudio y contemplación que la permiten formarse y crecer espiritualmente.

A la edad de 20 años, tiene la experiencia del desposorio místico con Jesucristo, que la confirma en su fidelidad. Tres años más tarde, cree haber muerto, y despierta con la claridad de los nuevos senderos que le manifestó Dios. Ella sintió como su yo interior había muerto y era reemplazado por el propio Cristo. En esta etapa de madurez espiritual, comienza su actividad política debiendo salir a la luz pública.

A pesar de sufrir difamaciones y calumnias va creando su familia espiritual: Se convierte en consejera de religiosos y nobles, laicos y gente de toda condición. Entre sus discipulos se incorporán sacerdotes diocesanos, dominicos, franciscanos y de otras órdenes así como hombres y mujeres de destacada valía personal y espiritual. Todos los discípulos que integran estos grupos llamaban a Catalina "maestra" y sobre todo "mamma".

Comenzó su apostolado fuera de Siena enviando cartas a muy diversas personas, entre las que había autoridades civiles y ecelsiásticas. En sus cartas, Catalina intentaba ayudar a sus lectores a convertirse interiormente y les animaba a colaborar con la paz política y la reforma de la Iglesia.

También organizó con sus discípulos grandes misiones populares para evangelizar ciudades y comarcas donde la Iglesia y la sociedad eran muy decadentes.

Contribuyó a pacificar las relaciones de las ciudades del norte de Italia acompañada con sus discípulos. Era la responsble de estas misiones populares en las que ella ordenaba las tareas de los sacerdotes, religiosos y laicos que la acompañan.

Tras visitar al Papa Gregorio XI en Avignon y convercerle de su vuelta a roma sigue trabajando intensamente por la unión de la Tras dos años de ardua tarea Catalina cayó gravemente enferma. Los médicos la recomendaron reposo para recupersarse. Pero Catalina siguió trabajando para apoyar la reunificación de la Iglesia y la reforma de la Orden de Predicadores, aunque esto le costase la vida el 29 de abril de 1380, a los 33 años.