Dom
5
Mar
2017

Homilía I Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2016 - 2017 - (Ciclo A)

Cuándo dejé de ser

Pautas para la homilía de hoy

Reflexión del Evangelio de hoy

Insatisfacción versus suplantación

El ser humano no siempre es consciente de la capacidad de vida que tiene; el aliento de vida que recibió desde la creación tendría que ser suficiente para comprender con qué amor ha sido modelado. Sin embargo, el ser humano no está contento con la vida recibida ni con la semejanza ofrecida, sino que deja de ser quien es para pretender convertirse en quien no es. Asume un papel de suplantación como pretensión de querer ser como un Dios, la imagen de Dios por la desfiguración.

El comer del fruto del árbol del bien y del mal es una manera de vivir sin límites, donde nada me autolimita. La autonomía absoluta comprende el rechazo de Dios, de vivir a imagen y semejanza.

La Cuaresma nos hace reflexionar en un desierto de carencias, donde se nos propone una recreación realizada en Cristo.

Sopló en su nariz un aliento de vida y el hombre se convirtió en ser vivo

El aliento de vida recibido es fuerza creadora a imagen y semejanza de Dios, la suplantación es rechazo de ese aliento de vida (ruah Yahvé) para comenzar un camino desconocido de ocultamiento de  la vida y destrucción de la misma.

Toda la creación le fue entregada bajo su responsabilidad, comenzó a vivir desde el soplo de Dios, pero no fue consciente de cuanto era el don recibido.

Seréis como dioses en el conocimiento del bien y del mal

Frente al ofrecimiento de la totalidad de los frutos, optó por comer de un solo fruto, de aquel fruto que no estaba a su alcance. Y eso le condujo al ocultamiento; la inteligencia recibida fue el caer en la cuenta de que estaba desnudo. La culpa le conduce a cubrirse renegando de la belleza de la creación. Se rompe la armonía y la comunión con la semejanza y con la creación entera

El límite del justo

Por razones pedagógicas me centro primero en el Evangelio para comprender mejor la respuesta que dio el primer hombre frente a su tentación, y la que Dios Jesús. La segunda lectura de San Pablo a los Romanos viene a ser una síntesis de estas dos visiones del ser humano: el que peca y desobedece, el que obedece y salva. Se puede ver como conclusión una vez vista las dos visiones.

Mateo por su parte nos ofrece las tres tentaciones, donde las respuestas de Jesús nos recuerda a textos bíblicos, una que puede recordarnos al pueblo de Dios en el camino y el maná en el desierto, otra a las aguas del Massá, y la tercera al becerro de oro.

Piedras en panes

No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. ¿De qué se alimenta el hombre? Es la primera autolimitación. Vivir en semejanza e imagen de Dios supone escuchar su palabra, asumir su lenguaje, reconocer su voz en cada gesto de la creación. Pero lo inerte no tiene vida, la piedra no fue creada para la vida ni como alimento, es una burla del acto creador.

Tírate abajo

No tentarás al Señor tu Dios. La segunda autolimitación es que la vida no se destruye. La semejanza conduce a nuevos actos creativos, no puede convertirse en aniquilación de la vida. En la creación se ofrece la vida, esta tentación representa el rechazo por la vida recibida.

Póstrate ante mí y adórame: Vete Satanás…

Es la negación de la semejanza e imagen de Dios. La búsqueda de otros dioses, la sustitución del Dios creador por el Dios que aniquila. Representa el no Dios.

El rechazo de estas tres tentaciones es un modelo de la obediencia mostrada por Jesús que ama con todo el corazón, con toda el alma, y con todas las fuerzas. Este rechazo era lo único que le podía mantener unido a Dios y a todos los hombres. De ahí la importancia que tiene este simbolismo de las tres tentaciones.

No hay proporción entre la culpa y el don

San Pablo nos hace un balance comparativo entre Adán y Jesús. Contrapone la culpa y el don, la gracia y el pecado original, con el fin de dar relevancia al don, la gracia y Jesús, aspectos divinos íntimamente relacionados

Una sola culpa resultó en condena para todos, un acto de justicia resultó en indulto y vida para todos.