Dom
20
Feb
2011

Homilía VII Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2010 - 2011 - (Ciclo A)

Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto

Introducción

El cristianismo nos propone un ideal de vida elevado. Ese ideal antes que en consignas específicas se plasma en una persona: en Jesucristo. Él es la encarnación misma de Dios. Él es el camino y la puerta que nos permite acceder al corazón de Dios para entablar con Él una relación auténtica, que nos permita conocerle y conocernos para mejor amarle y amarnos a nosotros mismos y entre nosotros. El Antiguo Testamento invita los israelitas a imitar la santidad de Dios, Jesús nos exhortará a imitar su perfección, o –según la versión del evangelio de san Lucas– a imitar su misericordia. Esto sería pretencioso e inalcanzable si no se fundara en sus palabras y si no contáramos con la gracia de su Espíritu que lo hace posible.