Dom
17
Feb
2013

Homilía I Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2012 - 2013 - (Ciclo C)

No tentarás al Señor, tu Dios

Pautas para la homilía de hoy

Reflexión del Evangelio de hoy

1. Creo que se debe tener en cuenta esta historia del pueblo de Israel para confeccionar la Homilía aplicándola a nuestra situación.

  • El Señor saca a su pueblo de Egipto, el país de la esclavitud y del pecado
  • El pueblo lleva visibles los signos de la presencia del Señor con él en la columna de fuego y la nube
  • Le hace pasar por el mar rojo (símbolo del bautismo)
  • Hace Alianza con Yavet por la que se compromete a cumplir los mandamientos mientras que Yavet le protegerá y le introducirá en la tierra prometida.

2. La Cuaresma está puesta bajo el nº simbólico de los 40. Este nº hace referencia a los episodios importantes de la historia de la salvación. Unos episodios que se leen a lo largo de estos 40 días en la Liturgia.

  • Cuarenta fueron los días del diluvio, al final de los cuales Dios salvó a una familia de justos.
  • Cuarenta fueron los días que Moisés estuvo en la cima del monte, al final de los cuales Dios le entregó las tablas de la ley.
  • Cuarenta fueron los años que el pueblo anduvo por el desierto después de salir de Egipto, al final de los cuales Dios le introdujo en la tierra prometida.
  • Cuarenta fueron los días que anduvo Elías hasta el monte del Señor, al final de los cuales Dios le renovó su vocación de profeta.
  • Cuarenta fueron los días que Jesús pasó en el desierto, sometido a las tentaciones del demonio, al final de los cuales el demonio fue vencido y él comenzó a predicar el reino de Dios.
  • Y cuarenta son los días que dura la cuaresma, al final de los cuales el Señor nos introducirá en la gloria de la Pascua.

3. Ninguno de todos estos hechos está cerrado en sí mismo, sino que todos están abiertos a otros acontecimientos a los que conducen y preparan. Sustancialmente, el nº bíblico de los 40 nos dice que Dios introduce a los individuos y a los pueblos en el ámbito de la salvación haciéndole pasar por ciertas pruebas. Unas pruebas que aquilatan la fidelidad, espían las culpas, purifican el corazón, abren a la gracia y disponen al encuentro.

4. Hemos comenzado la cuaresma y hemos recordado las tentaciones de Cristo. Es el anuncio de que comienza para nosotros un período de tentaciones y de pruebas, pero nosotros sabemos que tenemos asegurada la victoria imitando el ejemplo de Jesucristo. El comportamiento de Jesús en las tentaciones es de rechazo

  • Di que estas piedras…, no solo de pan vive el hombre…
  • Si tú te arrodillas delante de mí…, al Señor tu Dios adorarás
  • Tírate abajo, los ángeles cuidarán de ti…, no tentarás al Señor

5. Todo diálogo con el tentador es admitir la posibilidad de llegar a un acuerdo con él. A partir de la derrota que Jesús le inflige, el demonio comienza a batirse en retirada maltratando, por ej. a algún endemoniado. Pero a Jesús ni le toca. Sabe que tiene perdida la batalla. En nosotros se puede producir una cosa parecida si logramos vencer al tentador en temas y en momentos decisivos. Con todo, con nosotros nunca dejará de intentar un nuevo asalto. Hay que estar preparado en todo momento para la batalla. En Jesús tenemos asegurada la victoria. Y el Señor quiere vencerle una vez más en nosotros.

6. Tenemos que recordar

  • Que no hay tentación que no sea humana
  • Que fiel es Dios que no permitirá que seamos tentados con mayor intensidad de nuestra capacidad de resistencia
  • Que al que hace lo que puede Dios no le niega su gracia
  • Si Dios está con nosotros ¿quién podrá militar contra nosotros?

7. Vale la pena pasar por estas pruebas para experimentar la gloria y la alegría de la Pascua.