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525 años de la presencia de las Monjas Dominicas en Murcia

19 de junio de 2015

El pasado 31 de mayo, Solemnidad de la Santísima Trinidad, en el Monasterio de Santa Ana de Murcia celebramos una Eucaristía en acción de gracias por los 525 años de presencia en dicha ciudad de las monjas dominicas.

Monjas Dominicas de Murcia

Las dominicas contemplativas de Murcia celebran los 525 años de presencia en esa ciudad. Para conmemorarlo, se celebró una Eucaristía presidida por el Vicario de Vida Consagrada de la Diócesis. La hermanas nos cuentan cómo vivieron ese día:

"Son muchos años, muchas vidas y muchas historias encerradas tras estos muros, pero un único anhelo: fidelidad a Dios, que nos eligió a seguirle más de cerca al estilo de Santo Domingo. Lo que somos hoy se lo debemos a tantas hermanas que nos han precedido y han mantenido encendido vivo el carisma de la predicación desde la oración.

Cuando en 1490 llegaban las primeras hermanas procedentes de Jaén, llamadas por el entonces Deán de Cartagena, D. Martín de Selva, llevaron la sorpresa de que su intención no era fundar un convento de dominicas sino de la Orden de San Lorenzo Justiano, conocidas como justinianas. Las hermanas no cedieron y prefirieron, confiando en la providencia, seguir fieles a su vocación, siendo monjas dominicas, a estar bajo el mecenazgo de D. Martín. Apoyadas por los frailes de la Orden, que desde 1265 vivían en la ciudad de Murcia y no muy lejos de donde ellas se habían instalado, fueron poco a poco consolidando la fundación del Monasterio bajo la protección de Santa Ana.

Presidió la Eucaristía D. Miguel Ángel Gil, vicario para la Vida Consagrada de nuestra diócesis, y concelebraron los PP. Dominicos de la comunidad de Murcia y algunos sacerdotes amigos. En la homilía, D. Miguel Ángel, elogió la misión de la vida contemplativa en la Iglesia, ya que en este mismo día también se celebraba el día Pro Orantibus, y recordó a los presentes nuestra forma peculiar de participar en la tarea evangelizadora de la Iglesia, citando el número de nuestras Constituciones donde dice: “la misión de las monjas consiste en buscarle en el silencio, pensar en Él e invocarlo, de tal manera que la Palabra que sale de la boca de Dios no vuelva a Él vacía, sino que prospere en aquellos a quienes ha sido enviada”.

Terminamos la celebración ofreciendo a los presentes un recital en honor de la Virgen María en el día de la Visitación. En el concierto “Mater Misericordiae” se interpretaron piezas de diversos estilos y épocas, pasando del gregoriano al canto polifónico. Haciendo de bisagra entre un estilo y otro cantamos el “O Lumen”, único canto no mariano pero dedicado a Santo Domingo de Guzmán, alma enamorada de la Madre de Dios y excelente predicador de la Virgen.

El concierto se vivió en el mismo clima de oración que se creó durante la Eucaristía, éste fue tal, que las personas que nos acompañaron, unas trescientas, al presentar la directora del Orfeón, Margarita Muñoz, la última obra, compuesta por ella misma musicalizando la conocida oración, que todos hemos rezado de pequeños y no tan pequeños, "Bendita sea tu pureza", todos a una, espontáneamente la rezaron con devoción.

Al final toda todos los presentes se acercaron a nosotras y nos felicitaron cantando cumpleaños feliz.

Tanto los cantos de la Eucaristía como el concierto corrieron a cargo del Orfeón Murciano, Fernández Caballero junto con nosotras. Aquí te dejamos dos muestras".