Monasterio de San Miguel de Trujillo

Contemplativas Dominicas en Extremadura

LA FUERZA DE LA INTERCESIÓN

 

Extremadura es una tierra árida y seca desde su realidad geográfica, no así desde sus dimensiones religiosas, un ejemplo de que la “acequia de Dios va llena de agua”son los Monasterios contemplativos que pueblan este trozo de tierra.

Aquí, alguien sigue dando a beber el “ agua de la sabiduría” que bebió aquel predicador de la Gracia llamado Domingo de Guzmán, un agua de contemplación, de intercesión.

La presencia orante dominicana se asienta en estas tierras, dentro del área de la Provincia de Cáceres, un Monasterio ubicado en la capital de la Diócesis, Plasencia y otro en Trujillo.

 

Síntesis histórica

La presencia contemplativa dominicana, de una forma estructurada, surge del impacto que la reina Isabel la Católica le causaba la vida de unas mujeres que conformaban un Beaterio de Terciarias Dominicas que se reunían para orar en una antigua Ermita del siglo XIII dedicada a San Miguel.

Poco después, la reina mandaba construir a sus expensas el Monasterio. Lo más destacado dentro del marco arquitectónico es su precioso claustro del siglo XVI. Este claustro, obra de Francisco Becerra, trujillano, es considerado como uno de los monumentos arquitectónicos más relevantes del renacimiento extremeño.

Nuestra vida en cuatro dimensiones

  • Oración litúrgica
  • Oración personal.
  • Elestudio.
  • La vida común.

Oración litúrgica.

Nuestra jornada diaria se mueve dentro de un marco litúrgico que ocupa un amplio espacio del tiempo de nuestro vivir cotidiano.

Nosajustamos a unos horarios oracionales que comienzan en las primeras horas del día :6:30 de la mañana , con el canto solemne de Laudes.

La jornada de una Comunidad de Dominicas contemplativas se entreteje y se nutre de la Oración de la Iglesia. Toda nuestra vida está impregnada de la Palabra de Dios: canto de los salmos, textos de la Sagrada Escritura proclamados y puestos a la reflexión a lo largo de toda una jornada, aquí tiene cabida el texto paulino: “En él vivimos, nos movemos y existimos” o dicho también: en la Palabra celebrada, proclamada y escuchada se basa gran parte del vivir contemplativo dominicano.

A las 12:30comienza la Eucaristía, centro de toda celebración litúrgica. Siguen después otras Horas de celebración litúrgica.

A la caída de la tarde, antes que el sol decline en nuestras vidas, la campana coral nos convoca para la celebración de otra de las Horas Litúrgicas importantes: Vísperas. Es la Hora en que con toda la Iglesia y en conexión con los sentimientos de María damos gracias al Señor por la gratuidad de su Amor en favor de los hombres y es también el momento fuerte de nuestra intercesión.

La intercesión es algo muy dominicano. Los latidos intercesores de Santo Domingo los prolongamos sus contemplativas, intercedemos porque encarnamos en nosotras la realidad sufriente de la humanidad. Por eso, a nuestra contemplación le añadimos este nombre: “Contemplación de encarnación”, es decir, una contemplación encarnada en la realidad de la historia. Si el salmista dice: “A toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje”, la dominica contemplativa exclama: “A toda la tierra alcanza mi intercesión, hasta los límites del orbe mi lenguaje intercesor”.

A las10 de la noche se cierra nuestra jornada oracional con el canto de Completas que en la Orden adquiere matices muy especiales con el canto de la “Salve dominicana”. Sus notas gregorianas te hacen rebasar el tiempo y el espacio, alguien ha definido el gregoriano como “un canto intemporal”. El canto de Completas es la oración que nos prepara para el descanso, para el sueño, por eso en esa hora nocturna rezamos así:

“ Como un niño que no sabe dormirse
sin cojerse a la mano de su madre,
así mi corazón viene a ponerse
sobre tus manos al caer la tarde”

( Himno litúrgico de Completas)

Oración personal.

Nuestra norma legislativa nos marca dos horas de oración personal, una en la mañana después del canto de Laudes y otra en la tarde, después del canto de Vísperas.

Son los espacios fuertes de contacto con el Señor. Es ese tiempo sosegado en que todo se deja para estar con Él, porque la oración no es tanto pensarle como estar en su compañía; se piensa en alguien ausente y se está con quien está presente. Cristo es Alguien que nos presencia. En este espacio de la oración personal se da una corriente simultánea: Él nos oferta su Amor y a su vez la contemplativa ofrece ese Amor a los hombres hecho intercesión.

El estudio.

Para la Comunidad dominicana contemplativa el estudio es otra de las dimensiones que más desarrolla y que forma parte de nuestras prioridades. Dicen nuestras Constituciones: “Concédase a las hermanas tiempo suficiente para el estudio” . Nosotras dedicamos tres días a la semana por espacio de una hora cada día para el estudio personal . También tenemos el estudio comunitario. Cada mes se nos imparten cuatro clases de Teología y Exégesis, mas un Curso Intensivo cada año sobre otros temas y el estudio de formación permanente que nos ofrece la Federación.

A las jóvenes que están en el proceso de su formación inicial se les presta aún mayor dedicación para toda una formación integral

La vida común:

La Regla de San Agustín, elegida por Santo Domingo para su Orden, dice hablando de las monjas textualmente: “Lo primero para lo que os reunís en casa, es para vivir unánimes”. Una vida común llega al logro de la realidad fraterna a través de una buena relación, una relación que se hace festiva en los espacios de recreación.

Trabajo

Nuestra actividad de trabajo, al que dedicamos unas horas como medio de subsistencia diaria, es para una Entidad Bancaria, se hace en un clima de silencio, pero en común.

“Así somos y vivimos”

Cantamos a Dios “desde donde sale el sol hasta su ocaso.”
Hablamos con El desde el espacio de nuestra interioridad.
Estudiamos como incansables buscadoras de la Verdad Sagrada.
Nos alimentamos de la Palabra Reveladay de la corriente del pensamiento teológico.
Trabajamos con nuestras propias manos .
Vivimos el gozo de la fraternidad

Monasterio de san Miguel
MM. Dominicas
San Miguel, 18
10200 Trujillo - CÁCERES
Tlf: 927.32.02.04 - Fax:927.32.30.69