Fraternidades Laicales

La Orden de Predicadores no sólo la forman frailes y monjas, también pertenecen a ella laicos. El reconocimiento de laicos como miembros de una orden religiosa supuso una importante novedad para la vida de la Iglesia. Los laicos de la Orden de Predicadores recibieron del Maestro fray Munio de Zamora su primera regla de vida en 1285, pocos años después de la fundación de la Orden. Los laicos, por tanto, no se limitaron a ser destinatarios de la predicación, sino que desde muy pronto se sintieron llamados a ser parte activa de la misma. Es este un acontecimiento especialmente relevante si tenemos en cuenta el momento histórico en que Sto. Domingo funda su Orden. Precisamente, en la Edad Media (sobre todo a partir del s. XI con la reforma gregoriana) comenzará a acentuarse la diferencia entre el clero y el laicado, no ya en razón de la diversidad de carismas, sino en razón de unos pretendidos grados de perfección. A pesar de que ésta fue la comprensión dominante en la Iglesia hasta el s. XX, la rama laical de la Orden siempre ha estado presente como signo de la comunión y la fraternidad que debe existir entre todos los que -desde las distintas formas de vida y ministerios- formamos la Iglesia.


La historia de los laicos de la Orden es la historia de la Orden, con sus luces y sus sombras. Sta. Catalina de Siena, Sta. Rosa de Lima, los mártires en las misiones de Oriente y también el testimonio reciente de laicos dominicos del s. XX son algunas de esas luces que han encarnado el carisma dominicano en la vida laical.

Por medio de la promesa que realizan al Maestro de la Orden, los laicos pasan a ser miembros de la misma.

Actualmente unos 100.000 laicos dominicos se encuentran repartidos por todo el mundo formando fraternidades de hombres y mujeres a través de las cuales participan de la misión de la Orden (algunos de ellos haciendo presente el Evangelio en contextos adversos donde el testimonio visible de clérigos y religiosos resulta muy arriesgado). Predican desde su condición de laicos alimentando su fe en la oración, profundizando en ella por el estudio y encarnándola en la compasión.

Los laicos dominicos también están presentes en Internet. Te invitamos a visitar su página Web y a compartir con ellos la vocación de laicos predicadores:

laicosop.dominicos.org