Relicario "El Chinito"

  • Santo Domingo de Guzmán: el "Chinito": Relicario Escultura de plata sobredorada y pedrería.
  • Medidas: 39 x 13 cm. sin peana.
  • Escuela Toledana, siglos XV-XVI.
  • Monasterio de Santo Domingo el Real, MM. Dominicas, Toledo.

Imagen relicario de bulto redondo que representa a Santo Do-mingo. Lleva un óculo en el centro del pecho para exposición de reliquias. Piezas que eran muy comunes en la época gótica. Ejem­plares similares se conservan en las catedrales de Burgos, Toledo y Segovia. Es obra castellana, casi seguro labrada en Toledo, du­rante la segunda mitad del siglo XV.

La escultura es conocida familiarmente por "El Chinito". La de-nominación deriva de los rasgos orientales que presenta su ros­tro. Obra metálica de pequeño formato, muy atractiva y de gran sentido escultórico. Trabajo de platería con finalidad de relicario. La figura se asienta sobre doble peana, de planta octagonal, de dos momentos diferentes: la superior, decorada con pedrería original y con un calado de época gótica; la inferior lleva piedras falsas y corresponde al primer cuarto del siglo XVI. Obra de me­talistería de acabado modelado, tanto en su frente, como en la espalda. La cabeza y las manos las tiene articuladas. Las facciones de la cara llevan una entonación encarnada. La sien aparece ro­deada de una tonsura clerical muy acusada hacia atrás, peinado sus cabellos con ribetes dorados. Su rostro es sonriente, de ojos grandes, nariz respingada y mofletes sonrosados. Detrás de la ca­beza porta un nimbo repujado en bajorrelieve, a modo de aureola del siglo XVI. Casi, a partir de la barbilla se inician las telas del hábito. Una capucha corta, con capuchón, termina triangu­larmente por la espalda en un broche. La capa arranca encima del pecho y desciende a dos aguas en pliegues, por delante y por detrás. Las dos manos nacen entre los pliegues con naturalidad. La derecha mantiene sobre sus dedos un librito cerrado con he­rrajes. La izquierda sostiene una vara-báculo de Patriarca que termina en un disco con el emblema flordelisado de la Orden Dominicana, de finales de esta centuria. En 1831 Juan de Arellano, maestro carpintero fabricó la base de madera, que estéticamente le afea.