San Francisco Fernández Capillas

  • Baquerín de Campos

    1607 Nacimiento

    Nace el quince de agosto en Baquerín de Campos, Palencia. Es el menor de cinco hermanos.

  • convento San Pablo Valladolid

    1624 Entrada en la Orden

    En el convento de san Pablo de Valladolid, con diecisiete años. Allí realizará sus estudios y hará su profesión. 

  • La nao de china

    1631 Misionero

    Se embarca siendo diácono, con 30 jóvenes dominicos más rumbo al Oriente, a través de México. Después de muchas penalidades, y tras un año de travesía llegarán a Manila.

  • Francisco Fdez capillas sacerdote

    1632 Ordenación Sacerdotal

    Recibirá la Ordenación sacerdotal en la capital filipina, donde permancerá una década en la misión de Cagayán en Luzón, alimentando su anhelo de ir a China.

  • San Francisco capillas bautizando en china

    1642 Llega a China

    Llegará a Fujián, después de haber pasado por Formosa.

  • San Francisco capillas detenido

    1647 Es detenido

    En el mes de noviembre, cuando regresaba después de estar atendiendo a los enfermos. 

  • martirio de San Francisco capillas

    1648 Su muerte

    Después de estar detenido dos meses, y siendo sometido a crueles tormentos, es decapitado el 15 de enero. 

  • San Francisco capilla beato

    1909 Beatificación

    Por el papa Pío X, el 2 de mayo. 

  • San Francisco capillas santo

    2000 Canonización

    Por el papa Juan Pablo II, el 1 de octubre.

San Francisco Fernández Capillas, formado en el convento de Valladolid, se embarca a través de México rumbo al Extremo Oriente junto a treinta compañeros más. Se ordenará sacerdote en Manila donde permanecerá algunos años ejerciendo su ministerio, hasta que en 1642 parte para China en una misión evangelizadora que le costará la vida. En 1646 es detenido, y después de dos años de prisión y torturas es decapitado el 5 de enero de 1648.

Perfil biográfico.

San Francisco Fernández Capillas nace el 15 de agosto de 1607 en Baquerín de Campos, (Palencia-España). El menor de cinco hermanos estudió, desde niño,en Palencia donde conoció a los dominicos y descubrió un primer germen de vocación. Fue en el convento de San Pablo de Valladolid donde ingresa en la Orden y profesa al tiempo que hace los estudios institucionales.

Por estos años, el ardor misionero se proyecta hacia el Nuevo Mundo y hacia los países del Extremo Oriente. Todavía siendo diácono, en 1631, con otros treinta jóvenes dominicos, embarca rumbo a México, primera etapa del viaje. Casi un año tardarán en llegar a Manila con la recia experiencia de una travesía llena de padecimientos. En la capital filipina, Fray Francisco recibe la ordenación sacerdotal a los 25 años de edad. En Manila ejerce su vocación sacerdotal y misionera durante nueve largos años, en ansiosa espera de ser enviado a China. Otra escala en Formosa hasta que los cristianos chinos les faciliten la entrada en Fujián el año 1642. La persecución más o menos declarada a los cristianos es el ambiente en el que desarrolla su acción evangelizadora. Fiebres cuartanas y privaciones de todo orden debilitan extraordinariamente su salud. Pero nada le detiene en su misión. La integridad de su vida, la bondad de su corazón y la entrega a su vocación hacen que los cristianos hablen de él como del “santo Capillas”. Arrestado cuando regresaba a su refugio después de atender a los enfermos, es juzgado y condenado por defender su fe y su amor a Jesucristo. Dos meses de tormentos en la cárcel desembocan en su decapitación el 5 de enero de 1648. Beatificado por san Pío Xel año 1909 y canonizado por Juan Pablo II el 2000, juntamente con 120 mártires de China. La reliquia de su cabeza se conserva en el convento de los dominicos de San Pablo de Valladolid.

Perfil espiritual.

Una carta sencilla de San Francisco Fernández Capillas a uno de sus hermanos revela, mejor que cualquier descripción, su fisonomía espiritual. Aparece su fe como elemento envolvente de toda su vida. De ella deriva la visión providencialista: “...es Dios nuestro Señor el que aquí me ha traído...” Esta convicción se ha ido consolidando con oración y reflexión,contemplándose a sí mismo ante el Dios que le ha elegido para colaborar en la extensión del reino. Todo ello le otorga una fortaleza inamovible para estar allí donde el Señor le ha enviado; de tal manera que “no bastan trazas humanas para sacarme de aquí hasta que se llegue la hora en que tiene determinado nuestro Señor Jesucristo sacarme.”

La firmeza de su fe se trasfunde a su entereza humana, a su manera de afrontar templadamente las hostilidades y provocaciones: “...viéndome todos padecer con igualdad de ánimo...”

La Voluntad de Dios es la norma de su vida. Esta actitud filial imitada de Jesús de Nazaretse manifiesta auténtica ante la adversidad , la persecución, la cárcel y la misma muerte. Su condición humana, no obstante, le hace sentirla flaqueza natural como un riesgo que él quiere superar en la ayuda de Dios: “Hace que rueguen por mí todos para que me dé Dios nuestro Señor valor, si acaso se ofrece el volver a padecer por él mayores tormentos de los padecidos y glorificarlo por la muerte, que para todo estoy dispuesto en la voluntad de nuestro Señor.”

El amor al prójimo, reverso del amora Dios, le salta a cualquier hora y momento: “... yo reparto con ellos (los encarcelados) de lo que me dan y les sirvo en lo que me mandan y me tengo por muy dichoso en eso.”

El martirio es don de Dios que San Francisco Fernández Capillas viene tejiendo día a día desde su primeriza vocación y que él mismo curte en la persecución, en las privaciones y en las enfermedades. Su preocupación por la salvación de las almas ha marcado sus pasos y señalado los caminos que él pisará a fondo por más que sean pedregosos y escarpados.

Testigo de Jesucristo y de su evangelio en palabras, acciones y vida entregada.