Fray Dominique Pire

  • Leffe Bélgica

    1910 Nacimiento

    El 10 de febrero, en el Valle del Mosa, cerca de Dinant (Bélgica). Creció en el pueblo de Leffe. El mayor de cuatro hermanos, en una familia católica. 

  • Colegio de Notre Dame de Bellevue en Dinant

    1921 Colegio de Notre Dame de Bellevue

    Tras vivir como refugiados en Bretaña y Normandía durante la I Guerra Mundial, regresa a Dinant e ingresa en el colegio a los once años.

  • Notre Dame de la Sarte Huy

    1928 Ingreso en la Orden

    Con 18 años en el convento de Notre Dame de la Sarte en Huy. Cambia su nombre de "George" por el de "Henri-Dominique".

  • Convento Santa Sabina en Roma

    1932 Profesión Solemne

    El 23 de septiembre, tras esta es enviado a Roma a estudiar moral, donde permaneció cinco años hasta lograr el doctorado. Allí fue ordenado sacerdote el 15 de julio de 1934.

  • Universidad de Lovaina

    1937 Regreso a Bélgica

    A su regreso, asiste durante un año en Lovaina a cursos de ciencias políticas y sociales. Allí se produce su primera "metamorfosis" con los niños acogidos por las hermanas.

  • Profesor y scout Dominique Pier

    1937 Profesor

    Con veintisiete años, y durante ocho permanecerá como profesor de moral en el convento de La Sarte. Al mismo tiempo será capellán de los scouts.

  • Refugiados Segunda Guerra Mundial

    1949 Encuentro con los refugiados

    Tras la guerra en 1946 es nombrado párroco. En 1949 invita a un conferenciante que había dirigido campos de refugiados en Austria. Pire marcha a Austria para conocer la situación.

  • Casa refugiados padre Pire

    1950 Primer hogar para refugiados

    Elabora un plan de acción que constituye la "Ayuda a los desplazados". El primer hogar en Huy el 2 de septiembre, 20 personas, con parejas rusas de orígenes distintos.

  • Fundación hogares para refugiados D. Pires

    1951 Segundo hogar para refugiados

    En Esneux, Bélgica. Estos hogares eran con refugiados "poco rentables" como los ancianos, mujeres y niños.

  • Casas para refugiados Guerra en Europa Pires

    1953 Tercer hogar para refugiados

    En Aartselaar, Bélgica. 

  • ayuda a personas desplazadas Pires

    1954 Cuarto hogar para refugiados

    En Braine-le-Comte, Bélgica.

  • Fundación de Aldeas para refugiados de Guerra

    1956 Primera aldea de refugiados

    Para favorecer la integración sobre el terreno construyó aldeas cerca de las ciudades. Cada una agrupaba veinte familias. La primera en Aix-la-Chapelle.

  • Aldeas por La Paz del Padre Pires

    1956 Aldea fuera de Bélgica

    En Bregenz, Austria, en el mes de septiembre. La idea era que estuvieran cerca de las fábricas, para que la gente pudiera integrarse y las aldeas no fueran ghetos. 

  • Las aldeas salen de Bélgica Refugiados Pires

    1957 Primera aldea en Alemania

    En el mes de mayo, cerca de Augsburgo.

  • Despacho del Padre Pires

    1958 Nuevas aldeas en Bélgica

    En marzo, cerca de Berchem-Sainte-Agathe.  

  • aldeas para refugiados Pires fuera de Bélgica

    1958 Nueva aldea en Alemania

    En septiembre, cerca de Spiesen.

  • Incansable trabajador por los refugiados Pires

    1959 Más aldeas para los refugiados

    En el mes de mayo, cerca de Wuppertal, Alemania. En el mes de mayo de 1962, fundará la última cerca de Euskirchen, Alemania.

  • Premio Nobel de La Paz

    1958 Premio Nobel

    El 10 de noviembre recibe el prestigioso galardón, por su labor a favor de las poblaciones abandonadas. En su discurso subrayó ser "la voz de los sin voz". 

  • Fundación de la Universidad de La Paz padre Pires

    1960 Universidad de La Paz

    La funda en Huy el 10 de abril, con varios jóvenes que vinieron a ayudarle en su labor. Su objetivo era descubrir los principios de la paz positiva y del diálogo fraterno.

  • Fundación de las Islas de La Paz refugiados oriente padre Pires

    1962 Primera "Isla de La Paz"

    En Bangladesh, en Gohira, después de que un ciclón devastara la región. Ayudando a casi veinte mil personas a desarrollarse mejorando la agricultura y creando cooperativas

  • Dominique Pire Activista DDHH

    1968 Llamamientos a favor de La Paz

    Con motivo de la muerte de Luther King, durante la Primavera de Praga, en el asesinato de Kennedy, en el aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos... 

  • Pere Henri Dominique Pire OP

    1969 Su muerte

    El 30 de enero como consecuencia de una trombosis cerebral, a los cincuenta y nueve años. Fue sepultado en el cementerio de La Sarte en Huy.

«El comité Nobel del Storting noruego ha otorgado este año el Premio Nobel de la Paz al R.P. dominico belga Georges Pire, (Georges era su nombre de bautismo, Dominique el de su profesión dominicana) por su acción de ayuda a los refugiados a salir de los campos y a encontrar una vida en libertad conforme a la dignidad humana». Con estas palabras comenzaba su discurso en Oslo el 10 de diciembre de 1958 el presidente del comité del Parlamento noruego Gunnar Jahn con ocasión de la entrega del Premio Nobel al P. Pire. El discurso termina recordando el testamento de A. Nobel según el cual el premio debe ser entregado a «quien haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre los pueblos».

Recuerdo la emoción que experimentamos los jóvenes aspirantes a la Orden de Predicadores, cuando, en aquel otoño de 1958, en el que se concedió el nobel de literatura al ruso Boris Pasternak, la figura del dominico belga, vestido con su hábito blanco, ocupaba las primeras páginas de los periódicos nacionales.

Fray Dominique Pire: el hombre, el cristiano, el dominico

Nacido en 1910 en Dinant-Huy (Bélgica), tras los estudios de humanidades en Bellvue entra a los 18 años en la Orden de los Predicadores en Lasarte (Bélgica). De su familia recibirá con la fe cristiana el impulso y la inspiración básica de su pensamiento y acción en favor de la fraternidad. «He adquirido la conciencia —decía— de que existe la unidad fundamental de ]os hombres y también la diversidad de cualidades que confieren al hombre una dignidad y un valor excepcionales». Junto a su madre descubrirá la fuerza explosiva y contagiosa de la bondad así como el poder irresistible de irradiación de la verdad vivida.

Sigue los siete años de estudios filosófico-teológicos preceptivos en la Orden; se doctora en teología en Roma de (1936), estudia ciencias sociales y políticas y se convierte en profesor de filosofía moral y sociología en la prestigiosa universidad de Lovaina de Bélgica.

Su recia formación universitaria no degenera en vano intelectualismo porque «vivió muy cerca de la realidad humana y en contacto con la hiriente miseria de los hombres». Ya en 1938 funda el Servicio de ayuda familiar, campamento abierto, al aire libre, por donde pasan unos 18.000 niños pobres de las ciudades situadas alrededor de la cuenca industrial y minera de Bélgica. Capellán del ejército y agente secreto de los servicios de información y acción, recibe por ello el premio «la cruz de la guerra».

A partir de 1949 comienza su trabajo con los refugiados, recibe el premio Nobel en 1958 y dedica la última década de su vida sobre todo a la Universidad de la Paz, fundada por él. Murió en Herent, cerca de Lovaina, enero de 1969, a la edad de 58 años.

La obra de Pire: al servicio de los refugiados y de la paz

Cuando, después de la tragedia de la guerra, cada país trataba de recomponerse desde sus cimientos, alguien advirtió que alrededor de 4 millones de desplazados que no servían ni como mano de obra; heridos muchos, enloquecidos otros, vagaban por Europa. Ese alguien fue este dominico belga, «pequeño, moreno, de ojos penetrantes, trabajador incansable y de un entusiasmo contagioso». Solo, sin medios ni organización, se lanzó a la tarea desesperada y hermosa de dar amor y cobijo a millones de desgraciados.

Existían ya organismos para atender los desplazados, pero no se ocupaban de los «inservibles» para la reconstrucción de Europa ; a ellos se dirige la atención del P. Pire. Descubre el drama en Trieste 1949, con ocasión de la visita a un campo de refugiados. Profundamente conmovido por su miseria material y, sobre todo, moral funda la Asociación Ayuda a las personas sin patria (personnes déplacées) con el objetivo de «asegurar a los refugiados sin patria, cualquiera que sea su nacionalidad o religión, una ayuda material o moral, bajo todas sus formas, (...) y forjar alrededor del problema de los refugiados sin Patria una cadena de buenas voluntades bajo la forma de una «Europa del corazón».

Para los refugiados más ancianos y enfermos no había ninguna esperanza de salir de los campamentos. Lo único que cabía era intentar alegrar sus últimos días, aliviando su dolor, soledad e incomunicación mediante contactos con personas dispuestas a escribirles, enviarles paquetes y, eventualmente, dinero. Por medio de los Apadrinamientos o padrinazgos 15.000 familias de refugiados en los campamentos lograron comunicarse con 15.000 familias de fuera de los campos, descubriendo que había seres humanos dispuestos a tenderles una mano.

A partir de 1950 crea por toda Europa Asilos en los que los ancianos que puedan salir de los campos de refugiados reciben alojamiento, vestidos, comida y se les cuidará hasta la muerte. En pocos años más de 200.000 desplazados encuentran de esta manera amor y cobijo.

En 1956 comienza a edificar una serie de Aldeas europeas destinadas a la integración humana de las familias de refugiados. Eran, en realidad, –dice– ciudades y no aldeas aisladas, porque quería que mis creaciones no degeneraran en guetos.

¿Qué hizo después de recibir el premio Nobel en 1958?

Después de recibir el Premio Nobel, la asociación «Europa del corazón» fundada por él para promover la solidaridad entre los europeos se internacionaliza y se transforma en la «Europa del corazón al servicio del mundo» cuyo objetivo es promover la solidaridad de Europa con todos los necesitados del mundo; con el mismo fin suscita la asociación «Amistades mundiales». En 1963 funda la Isla de la paz en Pakistán oriental estableciendo en tierra musulmana granjas agrícolas para fomentar el progreso de los campesinos.

La empresa más original de la última década de su vida es la creación de Universidad de la Paz en Huy (Bélgica). Con ella trata de responder a los centenares de jóvenes que se le ofrecen para «contribuir con lo mejor de sí mismos a servir a la humanidad, en el camino de la paz».

Lo que comenzó un 10 de abril de 1960 como una reunión de 29 jóvenes, chicos y chicas, una especie de albergue de juventud, se convierte pronto en la Universidad internacional, por la que pasaron, antes de morir su fundador, 15.000 jóvenes estudiantes de diversas ideologías y religiones, venidos de veinte países. La enseñanza de la Universidad tenía un solo tema: la paz positiva y el diálogo fraterno como camino para alcanzar la paz.

El P. Pire trabajaba con las mismas convicciones que sus admirados Gandhi, Martin Luther King y su amigo A. Schweitzer, y su pensamiento y acción vino a confluir admirablemente con el espíritu de Juan XXIII y del Concilio Vaticano II. Se proponía «no solo salvar de la miseria material a cada individuo aislado sino devolver la confianza en sí misma a cada una de esas personas, confianza que habían perdido en el curso de los años pasados de manera embrutedecedora en los campos de concentración». Muchas personas se beneficiaron de su acción solidaria pero lo que cuenta más, decía Gunnar Jahn, es «el espíritu que ha animado la obra del P. Pire, lo que ha sembrado en el alma de los hombres y que, esperamos, el porvenir verá germinar bajo la forma de trabajo desinteresado en favor de nuestros semejantes hundidos en la miseria». Esta esperanza es lo que justifica que hayamos evocado aquí su figura.

El mensaje de dominique Pire: una llamada a las conciencias

No nos dejó un sistema de pensamiento, pues pensaba que el sistema corre el peligro de aprisionar la verdad; nos dejó un mensaje que, según decía, había recibido de los desventurados de este mundo. Puede resumirse así: «La vida es un don precioso. Cada uno recibe el don de una vida. Ésta es corta. Nos se la acortemos a nadie». Toda la doctrina de la Universidad de la Paz se apoyaba en unas convicciones muy sencillas: «La noción de paz es simple: admitir mutuamente nuestras contradicciones, y armonizar nuestras diferencias, en vez de tratar de suprimirlas o de exacerbarlas; el camino hacia la paz es también simple: escuchar primero, poner entre paréntesis lo que se es, lo que se piensa, para tratar de comprender el punto de vista del otro aun sin compartirlo». Añadía: «no somos los esclavos impotentes de nuestros instintos belicosos; la paz depende de cada uno de nosotros.»

En la enorme tarea de la solidaridad y de la paz llegó a ser «un embajador de la conciencia humana» «según un amigo marroquí; un pastor de la humanidad» para un soviético; «la voz de los sin voz» de acuerdo con la admirable expresión del abbé Pierre.

No es fácil encontrar hoy los libros de y sobre el P. Pire.

En su libro “Del Rin al Danubio con sesenta rnil desplazados” describió su experiencia de los «apadrinamientos».
Construir la paz (Fontanella Barcelona 1969) contiene un buen resumen de su pensamiento y acción.

Sobre él ha escrito breve y bellamente Feliciano BLAZQUEZ en La dignidad del hombre (Sígueme, Salamanca 1976) p. 91-94, con un extracto de textos pp. 95-100.


En francés: D. PIRE, 1910-1969, Souvenirs et entretiens, recuillies par Hughes Vehenne Julliard, París 1959;
H. GUSKE, Dominique Pire (Union-Verlag, Berlín 1970)

 LUIS LAGO ALBA, O.P.

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* Tomado de JUAN BOSCH, op (Dir) Dominicos que dejan huella, Edibesa, Madrid 2000