Dom
25
Oct
2015

Homilía XXX Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2014 - 2015 - (Ciclo B)

Jesús dijo al ciego, anda tu fe te ha curado

Introducción

La liturgia del día de hoy se centra en el milagro que Jesús realiza en un ciego camino de Jerusalén. El relato evangélico no se limita a comentar la acción sanadora de Jesús sino que va más allá mostrándole el “camino” de su seguimiento. Es el encuentro de un pobre hombre marginado que se identifica con Jesús de Nazaret y se compromete con su proyecto liberador.

Las otras dos lecturas de este día también nos hablan de otros encuentros con Dios, en distintos tiempos o épocas. En la primera, Jeremías anima a su pueblo después del cautiverio de Babilonia y le invita a la alegría, el argumento que emplea es sencillo, que Dios es padre, os guiará y llevará a Jerusalén por un camino llano en el que no tropezareis. Merece la pena detenerse en el Salmo Interleccional de este día, es el Cántico de los peregrinos que, liberados de tantos sufrimientos, caminan gozoso hacia Jerusalén entre risas y cantares porque el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres.

También la lectura de la carta a los Hebreos nos hace pensar en otro encuentro más íntimo y personal, a veces olvidado, es un encuentro con el Padre a través del Sacramento de la Penitencia. En él obtenemos el perdón de los pecados por ell ministerio sacerdotal de unos hombres que por ser humanos “están rodeados de debilidad, para que puedan comprender a los ignorantes y extraviados”. Así define el autor de esta Epístola lo que entiende por pecado.