Dom
14
Mar
2010

Homilía Cuarto Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2009 - 2010 - (Ciclo C)

Tu hermano estaba muerto y ha revivido

Introducción

Jesús proclama una forma nueva de relaciones de los hombres entre sí y con Dios por ser hijos por adopción en gratuidad y misericordia, que reciben un original código de conducta donde el primero será el servidor del grupo, y el amor que perdona la ley que resume todos los mandamientos. Un reino de Verdad donde la paz y la justicia se besan, y la misericordia actúa de árbitro general.

El ser humano no tiene disyuntiva: Construye con los demás, o destruye a los demás, porque sus actos se realizan en un medio ambiente al que vierte sus consecuencias. Las buenas relaciones son excelente apoyo al crecimiento, de la misma manera que las pésimas generan el enanismo.

El padre de la parábola de la liturgia dominical es ejemplo de acogida y misericordia con sus hijos, cada uno con sus cualidades y travesuras. San Pablo dice que lo nuevo ha comenzado, lo viejo ha terminado, porque quien es de Cristo es una criatura nueva, reconciliada gratuitamente en la Cruz.

Nosotros somos invitados al perdón y a la reconciliación, para que la Pascua signifique auténtica transformación de la vida. Nos cuesta dejarnos amar y amar al hermano menor que regresa a la casa común: Es el estilo de relaciones que Jesús ofrece y exige.