Dom
10
Jul
2016

Homilía XV Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2015 - 2016 - (Ciclo C)

Amarás al Señor, tu Dios; y al prójimo como a ti mismo

Introducción

El dominico brasileño Frei Betto en “El cristianismo como proyecto civilizatorio” hace mención de que las “bienaventuranzas” de Jesús hoy pueden hacer un mundo mejor y mas feliz pues son “las ocho vías que imprimen sentido altruista a nuestras vidas (Mateo 5,3-12)” Y las explicita así: “ser solidario con los excluidos, como hizo el buen samaritano; compasivo, como el padre del hijo pródigo; despojado, como la viuda que donó al templo el dinero que necesitaba. Hay que asegurar a todos condiciones dignas de vida, como en el relato de la multiplicación de panes y peces. Hay que denunciar a los que ponen la ley por encima de los derechos humanos y hacen de la casa de Dios una cueva de ladrones. Hay que hacer de nuestra carne y sangre pan y vino para que todos, en torno a la misma mesa, comulguen en el milagro de la vida unidos por un solo Espíritu”. Y precisamente el evangelio del buen samaritano es como el resumen de todo; es el evangelio dentro del evangelio.

Moisés (1ª lectura) intentó dotar al pueblo de un “proyecto civilizatorio”: el Decálogo y el Código de la Alianza” para salir del caos vivido en Egipto. Jesús de Nazaret intenta adecuar el “proyecto civilizatorio” de Moisés a las nuevas circunstancias, superando la Ley de Moisés” por el amor, la compasión, la generosidad, el desinterés y la misericordia (Evangelio). Pablo insta a los Colosenses a ser testigos de la centralidad de Jesús en medio de un mundo que tienta a la comunidad con ideologías falsas y religiones ambiguas.El Papa Francisco recientemente nos ha invitado a vivir las bienaventuranzas, como "GPS", como el camino correcto frente a los idolos del egoismo, el dinero y la saciedad de un corazón que se rie con satisfacción ignorando a los otros. Y ¿Qué mejor GPS que la parábola de Lucas?