Jue
25
Dic
2014

Homilía Natividad del Señor

Dichosos son sobre los montes los pies del mensajero

Introducción

En esta celebración, culmen de las que se han podido celebrar, en la medianoche y aurora, somos invitados a tomar conciencia de que Dios ha tomado la iniciativa, El siempre da el primer paso, para llamar a todos y llevar todo a la plena participación de su amor, de su vida y de la misión que realizará su Hijo, que ha asumido la condición humana con todas sus consecuencias para cambiarlo todo. Porque su Natividad es eso: comienzo del cambio radical de toda la humanidad y toda la creación.

Hoy al recordar el nacimiento temporal del Verbo que se hace visible y palpable, cercano en Jesús de Nazaret, pues son uno y el mismo, asumimos que Dios se ha hecho cercano, y solidario, no sólo para ser mejor conocido, sino para alentar a la gente a ser “personas”, como imagen suyas que son y por tanto asumir la responsabilidad de continuar la tarea que ha realizado El. Una tarea de construcción de la Comunidad mediante la solidaridad en todas las circunstancias.

Nos adentramos en un proceso que inició Dios hablando y actuando por medio de los profetas y en la plenitud de los tiempos, hablando y actuando con toda claridad mediante su propio Hijo, que es la Palabra de Vida que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. Ahora nos toca a nosotros ser conscientes de que en ese proceso somos incluidos y que, por tanto, Dios sigue hablando a través de las personas y los acontecimientos de nuestro tiempo.