Jue
22
Jul
2010
Encontré el amor de mi alma

Primera lectura

Lectura del libro del Cantar de los Cantares 3, 1-4b

Esto dice la esposa:
«En mi lecho, por la noche, buscaba al amor de mi alma: lo buscaba y no lo encontraba.

“Me levantaré y rondaré por la ciudad, por las calles y las plazas, buscaré al amor de mi alma”.

Lo busqué y no lo encontré.

Me encontraron los centinelas que hacen la ronda por la ciudad:

“¿Habéis visto al amor de mi alma?”

En cuanto los hube pasado, encontré al amor de mi alma».

Salmo de hoy

Salmo 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9 R/. Mi alma está sedienta de ti, Dios mío

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R.

Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo.
Mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 1-2. 11-18

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.

Ellos le preguntan:
«Mujer, ¿por qué lloras?».

Ella les contesta:
«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».

Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.

Jesús le dice:
«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?».

Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».

Jesús le dice:
«¡María!».

Ella se vuelve y le dice:
«¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!».

Jesús le dice:
«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”».

María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:
«He visto al Señor y ha dicho esto».

Reflexión del Evangelio de hoy

Hoy celebra la Iglesia, a la mujer que verdaderamente amó a Cristo, y lo buscó con vehemencia.

El Cantar de los cantares nos habla del amor de la esposa que busca al amado por calles y plazas hasta encontrarlo.

También el Evangelio, nos habla de búsqueda, es María Magdalena, que va al sepulcro y junto a él llora” porque se han llevado a su Señor”, el amor de su alma.

Esta búsqueda encuentra su recompensa, es que, quien busca a Jesús lo encuentra, El nos dijo:”Quien busca halla”. María buscó a Jesús y lo encontró, al escuchar su nombre:”María”, la voz del amado hace que lo reconozca. María ya no quiere más, ha encontrado a Jesús, a su Maestro y se lanza a El para no perderlo, pero Jesús la detiene diciéndole:”Suéltame, anda ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.

María, que ha tenido la dicha de encontrar a Cristo resucitado, no lo duda, corre en busca de los apóstoles para comunicarles la gran noticia:”He visto al Señor”.

En una sociedad, en que la mujer no tenía ninguna credibilidad, Jesús, escoge a María, para que anuncie a sus apóstoles la Buena Nueva del triunfo de Cristo sobre la muerte:¡ Jesús Vive!,¡ha resucitado!.

María, es la gran mensajera de la resurrección; apóstol de los apóstoles, predicadora, de la Verdad . La Orden de Predicadores, la conmemora de modo especial, ella fue la primera que predicó anunciando la resurrección, y esto es lo que, nuestra Orden, anuncia desde su nacimiento: Al Dios que vive, al Viviente a Jesús que triunfó de la muerte.

María, al encontrarse con Jesús, desea permanecer junto a Él, pero este le envía y ella obedece, va a cumplir su misión.

Todo predicador tiene que buscar a Cristo primero, pero este encuentro le llevará al anuncio del Amor de Dios a todos los hombres manifestado en Cristo, muerto y resucitado.

"Contemplar y transmitir lo contemplado”. Busquemos a Cristo, transmitamos su mensaje a todos los pueblos.