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Bomba suicida en Pascua en Pakistán y desafío para el diálogo cristiano-musulmán

5 de abril de 2016

Carta del fraile dominico James Channan, director del Peace Center Lahore Pakistán

Era el 27 de marzo de 2016 cuando la comunidad cristiana en Pakistán estaba celebrando la grana fiesta de Pascua. Había un intenso sentimiento de alegría y los sentimientos espirituales eran muy elevados. Todas las iglesias estaban a rebosar de fieles. En algunas iglesias muchos cristianos estaban sentados fuera para celebrar la Vigilia Pascual y las Misas de Pascua y para los servicios de oración. Yo mismo, como presbítero, ayudé también en el la parroquia dominicana de San Lucas en Lahore y celebré tres misas el domingo de Pascua. Estaba sorprendido por el gran número de católicos reunidos en las iglesias donde yo celebré las misas. Había un gran sentimiento de alegría, de paz, de satisfacción espiritual y de renovación. Cuando regresé a mi comunidad dominicana compartí con los demás frailes cuán bello había sido que todas las ceremonias y los actos religiosos de la Semana Santa y las celebraciones pascuales habían tenido lugar pacíficamente en todo Pakistán y que no se había informado de ningún incidente ni ataque contra los cristianos. Dábamos gracia a Dios por ello.

Fue después de una hora, a las 6.45 p.m. cuando comenzaron a aparecer en los nuevos canales las últimas noticias de que había habido una masiva explosión de una bomba en Lahore, cuando un activista se había hecho explotar el mismo en un parque público de Gulshan-e-Iqbal en Lahore. Y que varias personas, tanto cristianos como musulmanes, estaban heridas. Me impactó mucho que un ataque tan violento hubiera tenido lugar justo en el corazón de la ciudad de Lahore y en un parque público, al que la gente suele ir con sus familias y especialmente con los niños para recrearse. A los niños les encanta ir a ese parque porque hay muchos juegos para su entretenimiento, y para divertirse corriendo, tomando un helado, etc… Es un parque muy popular y se extiende por un espacio de 76 hectáreas.

Como era Domingo de Pascua, familias cristianas, hombres, mujeres y niños, habían concurrido a este lugar para disfrutar y gozar. En Lahore es usual que en la fiestas especiales, como Navidad o Pascua, los cristianos vayan allí con sus familias. También los musulmanes llevan allí a sus familias en algunas fiestas, vacaciones o domingos. El 27 de Marzo el parque Gulshan-e-Iqbal estaba lleno de familias.

De una parte estaban la alegría y las reuniones familias y los momentos felices, mientras que de la otra parte estaban los activistas de mente malvada finalizando su plan malvado de un acto terrorista. Seguramente ellos habían pensado que este tiempo de Pascua era el más apropiado para arrebatar momentos felices y y matar a hombres, mujeres y niños inocentes y así convulsionar a todo el país con sus planes devastadores. Deliberadamente los activistas escogieron el domingo de Pascua para hacer el mayor daño a los cristianos y a los musulmanes que habían ido al parque.

Este ataque suicida perpetrado por una organización islámica llamada Jamaat-ul-Aharar, una rama de Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP). Esta organización ha reclamado la responsabilidad por el ataque y ha declarado que su principal objetivo eran los cristianos, puesto que estaban celebrando la Pascua.

Este trágico accidente ha dejado a toda la nación de Pakistán en gran estado de shock y perplejidad. Ha sido el peor ataque en la historia de Lahore, que es considerada un centro cultural y la ciudad más bella de Pakistán. Vale la pena mencionar que durante estos días el festival de primavera están en su auge en Lahore, cuando este crimen horrendo se ha llevado a cabo. Este ataque ha causado 74 personas muertas, incluyendo hombres, mujeres y niños, y más de 350 heridos. 32 cristianos perdieron su vida y docenas de ellos han sido heridos. La mayor parte de las víctimas son musulmanes. Algunos de los heridos están en condiciones críticas, otros han quedado paralizados de por vida y otros heridos. Las víctimas de estoe bárbaro ataque son cristianos y musulmanes. Aparentemente el principal objetivo de los activistas eran los cristianos.

Los cristianos en Pakistán pertenecen a las clases más pobres y son la población más vulnerable. Son el objetivo más a mano y más fácil para los extremistas. Durante los dos últimos años ha habido varios ataques mortales contra los cristianos, e irónicamente la mayoría de ellos han tenido lugar en domingo –nuestro santo día de culto-. Hubo un gran ataque terrorista en la iglesia de Santo Domingo, Bahawalpur, el 28 de octubre del 2001 y fue en domingo. Fue el primer terrible ataque en el que murieron 15 cristianos y un policía musulmán. Hubo otro ataque en la iglesia de Todos los Santos en Peshawar el 22 de septiembre del 2013, también en domingo, en el que 1267 cristianos fueron martirizados. Hubo otro ataque mortal en Yuhannabad el 15 de marzo del 2015 también en domingo en el que murieron 26 cristianos y varias docenas fueron heridos. Y el último ataque mortal tuvo lugar también en domingo, el 27 de marzo de 2016, en el cual murieron 32 cristianos. Normalmente los activistas escogen el domingo porque saben que los cristianos se reúnen en gran número para la Santa Misa y el culto dominical.

Es consolador y espiritualmente significativo observar que a pesar de varios ataques mortales contra los cristianos, la comunidad cristiana permanece firme en la fe. A pesar de las persecuciones y del sufrimiento constante y la discriminación el número de los que frecuentan la Iglesia en Pakistán está creciendo tremendamente. Su fe es como una roca que no se puede derrumbar. Creemos que Jesucristo es nuestro Señor. El sufrió, murió y resucitó al tercer día. Cristo ha resucitado de entre los muertos. Él no muere más. No tenemos miedo a la persecución y al sufrimiento. Cristo es para nosotros el ejemplo por excelencia, él sufrió, murió y resucitó al tercer día, Somos seguidores del Señor Jesucristo que vive. El vive por siempre. Este sufrimiento no hace tambalearse ni debilitarse nuestra fe. Confesamos con gran compromiso que Jesús es el Señor.

Muchos musulmanes en Pakistán nos han consolado. Están haciendo luto con nosotros y rezando por nosotros. Mutuamente rezamos por las víctimas musulmanas y cristianas. Todos son hijos del único Dios. Los religiosos musulmanes y otros líderes han condenado este atroz ataque con las palabras más fuertes posibles. Se nos han unido para vigilias de luces de velas, para celebraciones de oración y han hecho declaraciones en la prensa. La mayor parte de los musulmanes de Pakistán son amantes de la paz y condenan toda suerte de daños, discriminación y ataques contra los cristianos. Es solo un pequeño grupo de radicales equivocados que nos atacan a nosotros y también a los musulmanes. Ellos atacan mezquitas, iglesias, escuelas, parques públicos, cuarteles, estaciones de policía, autobuses trenes, etc. El objetivo de los activistas es sembrar el pánico y la sensación de inseguridad.

Es consolador ver que nuestro gobierno ha tomado medidas de seguridad y que nuestro valiente y querido General Raheel Sharif, Jefe de Seguridad, ha ordenado una operación militar en la provincia del Punjab para procurar a los culpables y llevarles ante la justicia. Esta provincia del Punjab está poblada por más de 100 millones de habitantes. Algunos analistas y líderes políticos han hecho notar que esta Provincia alimenta muchos viveros de grupos activistas.

El liderazgo de la iglesia Católica en Pakistán está haciendo todo lo que puede. Está haciendo luto y lamentando todas las muertes, pero especialmente la de los cristianos. Lo hace participando en los funerales por los que han muerte y visitando los hospitales en los que han sido admitidos los heridos y los domicilios de las familias que están sufriendo.

Yo he organizado una Celebración Memorial Interreligiosa en el Centro de Paz de Lahore para el día dos de abril en el cual van a participar líderes religiosos musulmanes, cristianos e hindúes, activistas de derechos humanos y promotores del diálogo interreligioso, de la paz y la armonía. Esta Celebración Memorial está orgtanizada por el URI de Pakistán y el Centro de Paz de Lahore. Condenamos con toda fuerza este acto de terrorismo y pedimos al gobierno de Pakistán que tome medidas para parar las matanzas en nombre de la religión. Y arrestar a los culpables y llevarlos ante la justicia. Los cristianos en general están viviendo en situación de miedo e incertidumbre. Se sienten indefensos en estas horribles circunstancias.

La presente situación deprimente en Pakistán urge promover de forma más activa y positiva el diálogo cristiano-musulmán, organizar seminarios y foros públicos con el propósito de procurar una coexistencia pacífica y respeto hacia todos. Y también promover la formación de una fe firme en nuestra pobre y vulnerable comunidad cristiana. Nosotros, como promotores del diálogo interreligioso y cristiano-musulmán, nos hemos comprometido a hace más en este sentido. De forma que nos convirtamos en instrumentos de sanación, reconciliación, respeto hacia todos y coexistencia pacífica. Y también jugar nuestro papel intentando cambiar la mente de los radicales. Esto parece difícil, pero no imposible. Es uno de nuestros grandes desafíos.

En nuestro país está teniendo lugar una batalla entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas, entre los justo y lo erróneo, entre el amor y el odio, entre la paz y la violencia, entre la justicia y la injusticia, entre la aceptación y el rechazo. Pero yo creo que un día el amor, la paz, la reconciliación, y la aceptación triunfarán.

Para conseguir estos objetivos necesitamos tus oraciones, tu apoyo espiritual y moral. Y con tu apoyo triunfaremos – ¡algún día!

Fr. James Channan, O.P.
Director Peace Center Lahore Pakistán