La otra tarde asistí a una conferencia de un conocido profesor universitario católico, que publica con bastante asiduidad en un periódico de tirada nacional. Se titulaba "España hoy, una reflexión". Y entre las diversas cosas que señaló, tomó el aborto como uno de los temas más significativos de la situación actual española, desgranando sobre los que lo defendían fuertes epítetos, pero quedándose solo en eso.
Pienso que efectivamente como católicos no podemos aceptar el aborto, si bien creo que también hay otros temas de España hoy que nos deben preocupar. Pero en la exhortación apostólica del Papa hay una indicación al respecto que pienso que estamos olvidando los ciudadanos, la Iglesia, el Gobierno y la sociedad en general. Y eso es muy grave. El Papa Francisco escribe: "Precisamente porque es una cuestión que hace a la coherencia interna de nuestro mensaje sobre el valor de la persona humana, no debe esperarse que la Iglesia cambie su postura sobre esta cuestión [del aborto]. Quiero ser completamente honesto al respecto. Éste no es un asunto sujeto a supuestas reformas o «modernizaciones». No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana. Pero también es verdad que hemos hecho poco para acompañar adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias, particularmente cuando la vida que crece en ellas ha surgido como producto de una violación o en un contexto de extrema pobreza. ¿Quién puede dejar de comprender esas situaciones de tanto dolor?" (Evangelii gaudium nº 214).
Así pues, no sólo es cuestión de rechazar el aborto y las medidas que lo faciliten, sino además hay que tomar medidas de comprensión y acompañamiento a todos aquellos que no quieren optar por él y que protejan a sus inocentes consecuencias. Y es que no sólo es cuestión de rechazos y condenas, que evidentemente deben hacerse, sino además de tomar las necesarias medidas de prevención y acompañamiento de políticas familiares para evitarlo.
|