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Tema: Navidad para todos      Autor: Fr. Martín Gelabert O.P.      Creado: 23/12/2013 0:00:00      Número de aportaciones: 2




Asunto: Feliz Navidad
Fecha y hora:
24/12/2013 19:23:21

Autor:
José Luis

Correo electrónico:
Con mis mejores deseos a toda la Comunidad de la OP, y a todo el mundo. Feliz Navidad y que Francisco nos ilumine los corazones.

Un abrazo a todos.

Asunto: Navidad para todos
Fecha y hora:
23/12/2013 0:00:00

Autor:
Fr. Martín Gelabert O.P.

Correo electrónico:

¿Cómo pasarán la Navidad las personas más afectadas por el tifón que asoló hace un mes las islas filipinas? ¿Y los enfermos que están en cuidados intensivos? ¿Y las personas que no tienen trabajo? ¿Y los que buscan comida en los contenedores de la basura? Si son creyentes, estoy convencido de que tratarán de encontrar, en medio de sus dificultades y dolores, un momento de paz para rezar y desearse felicidad. Oración y deseo que son, al mismo tiempo, una protesta por esa felicidad que la vida parece quitarles. Habrá otra gente que pasará la noche de Navidad y los días de fin de año buscando llenar su vacío con fiestas costosas, en las que se tirará mucha comida y se beberá demasiado alcohol.

Los cristianos deberíamos, durante estos días, acordarnos de todos aquellos que sufren. Un recuerdo que se traduzca en solidaridad efectiva. Eso no impide que, junto con nuestra asistencia a los oficios religiosos, organicemos una comida o una cena más cuidada, en la que podamos manifestarnos esos sentimientos de amor que parece que en algunos momentos afloran más, pero que deben ser la constante de nuestra vida. Todos tenemos derecho a la fiesta y a la alegría. Porque en la fiesta Dios se hace presente. Y la alegría es una de las buenas señales de la presencia del Espíritu en nuestro corazón.

El misterio de la Encarnación del Verbo, que los cristianos celebramos en Navidad, manifiesta el gran amor y la gran bondad de Dios a los humanos. Un amor hasta más no poder. El amor del que quiere ser como el amado. Y la bondad del que, mejor aún que cualquier padre o cualquier madre, baja a los infiernos en busca de su hijo. Por eso dice el cuarto evangelio que el Verbo de Dios “vino a los suyos”. Lo propio de Dios es el ser humano. Porque es suyo, va a dónde está el ser humano. Pero el amante, además de querer ser como el amado, quiere que el amado sea como él y que responda a su bondad. Dios se hace hombre para que los humanos podamos hacernos dioses, podamos vivir su vida divina. Nos hacemos dioses, vivimos su vida, cuando vivimos en el amor. Dios es Amor, por eso el amor es divino. Este tiempo litúrgico es una buena ocasión para recordarlo, celebrarlo, agradecerlo y vivirlo.





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