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Tema: La macroeconomia y el carro de la compra      Autor: Fr. Alfonso esponera O.P.      Creado: 26/11/2013 0:00:00      Número de aportaciones: 4




Asunto: A Diego Rodriguez
Fecha y hora:
10/12/2013 10:23:55

Autor:
José Luis.

Correo electrónico:
Pedónale, Señor, que no sabe lo que dice.


"(...)Esto no se soluciona con impuestos a los ricos ni con leyes impracticables sino con libre mercado. (...) Que la gente se haga responsable de su propia existencia y para ello tenga plena libertad de buscarse el pan con el sudor de su frente sin que un Estado le frene mediante impuestos y restricciones a la libre empresa o leyes laborales que lo "benefician" al trabajador. Basta ya de hablar de derechos y empecemos a hablar de deberes, en especial con el deber de responder por nuestra propia existencia.Después de hacernos cargo de nosotros mismos, ahí sí, empecemos a pensar por la situación de los que por los que por, designios de Dios, no pueden valerse por sí mismos temporal o permanentemente"...


Asunto: La macroeconomia y el carro de la compra Parte 2
Fecha y hora:
30/11/2013 3:18:48

Autor:
Diego Rodríguez

Correo electrónico:
Irresponsables PP y PSOE que sacan pecho hablando de justicia social hoy a cambio de endeudar injustamente a los que no han nacido aún. La burbuja empezó en 1930, como en macroeconomía toda medida que se toma tiende a verse en efecto a largo plazo, ahora ese largo plazo se está empezando a vivir. La cacareada recuperación es solo un narcótico para un adicto al placer llamado estado de bienestar. Dentro de poco necesitará una nueva dosis de alucinógenos (más deuda pública), para seguir en el espejismo de un paraíso terrenal. Todo esto hasta que muera por sobredosis.SACRIFICIO es la palabra clave para salir de la crisis. ¿Dónde estará ese político que a ejemplo de Cristo deje de endulzar oídos y remueva más bien conciencias?
Entonces le dijo uno del auditorio: "Maestro, di a mi hermano que me de la parte que me toca de la herencia". Mas El le respondió: "Oh hombre, ¿quién me ha constituído a mí juez o repartidor entre vosotros?.... (Lc XII,13ss)"
¿Los teólogos de la liberación y sus simpatizantes habrán escuchado alguna vez este pasaje bíblico?

Asunto: La macroeconomia y el carro de la compra Parte 1
Fecha y hora:
30/11/2013 3:03:46

Autor:
Diego Rodríguez

Correo electrónico:
Con relación a la economía española no es sensato mirar los hechos con un optimismo cortoplacista. Los datos que Ud., entrega son superficiales y van más enfocados a refrendar al loro socialista de la brecha de pobres y ricos que a llegar al fondo de la gravísima situación española. España está viviendo de lo que no tiene. Mientras se mantenga esa manada de paquidermos estatales y autonómicos, un sistema de salud ilimitado y unos regímenes pensionales impagables, aquí no hay nada que hacer.Los Keynesianos (espero sepa quiénes son), creyeron que imprimiendo billetes indefinidamente no habría problema. Y la solución que encuentran es... imprimir más billetes. Ahora no solo España sino toda Europa y América de Norte ven cómo sus Estados de Bienestar socialistas son caminos directos al abismo bajo la anestesia de la "seguridad social". Esto no se soluciona con impuestos a los ricos ni con leyes impracticables sino con libre mercado. Que la gente se haga responsable de su propia existencia y para ello tenga plena libertad de buscarse el pan con el sudor de su frente sin que un Estado le frene mediante impuestos y restricciones a la libre empresa o leyes laborales que lo "benefician" al trabajador. Basta ya de hablar de derechos y empecemos a hablar de deberes, en especial con el deber de responder por nuestra propia existencia.Después de hacernos cargo de nosotros mismos, ahí sí, empecemos a pensar por la situación de los que por los que por, designios de Dios, no pueden valerse por sí mismos temporal o permanentemente (mujeres en gestación, niños, discapacitados,aclaro). Basta ya de fomentar la haraganería con subsidios de paro y de que los pensionistas crean que el dinero que reciben es fruto de su esfuerzo. Las jubilaciones no son un premio sino un regalo a los pensionistas, de parte de las próximas tres generaciones que pagarán esa jubilación a costa de la suya propia.

Asunto: La macroeconomia y el carro de la compra
Fecha y hora:
26/11/2013 0:00:00

Autor:
Fr. Alfonso esponera O.P.

Correo electrónico:

"Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo" (Lc 6,36). La verdadera compasión es la sensibilidad ante el sufrimiento de los que más sufren que lleva a actuar en consecuencia (cf. Ex 3,7-10). Sin esta compasión no hay sociedad humana.

Las recientes noticias económicas parecen pelearse entre sí: España es uno de los mayores objetivos de los fondos soberanos; el capital extranjero redobla su apuesta; el número de millonarios ha crecido un 13% en el último año (y eso que por haber, en España, hay incluso unas formidables diferencias entre ricos)... Y, mientras, también hay más de un 25% de parados (la devaluación salarial no se traduce en creación de empleo), y la previsión es de que siga en niveles similares al menos tres años; la renta de las familias seguía menguando en el segundo trimestre del año, hasta los niveles más bajos de la crisis, debido a unas rebajas salariales del 5%, según el INE; la tasa de personas en “extrema pobreza”, según Caritas, se ha duplicado desde 2007…

No es esquizofrenia, solo es desigualdad, expresión de la importante fractura social que se está generando. Los tan traídos y llevados brotes verdes de la recuperación económica están apareciendo en España de forma muy desigual, más exactamente aún, están en muy pocas manos. A pie de calle, el momento “fantástico” que vive la macroeconomía está lejos de hacer acto de presencia en el carro de la compra.

En todas las crisis, la llamada economía financiera suele recuperarse antes que la productiva (la de las empresas y las familias). Lo malo es que el descuelgue entre una y otra tiene visos de dilatarse: el grueso de los expertos coincide en que a España, recién salida de la recesión, le queda al menos un lustro (!) para recuperar toda la riqueza destruida en los cinco años de declive.

Y es que no estamos sufriendo las consecuencias de la crisis, sino las consecuencias del modo en que se está resolviendo dicha crisis: se ha asegurado la necesaria gran macroeconomía pero olvidando la microeconomía, quitando derechos sociales, pidiendo importantes sacrificios que solo realizan un sector de la población, etc.

Que la mejora llegue a todos es cuestión de tiempo, pero el debate es cuánto tiempo. La actual reactivación es aún muy débil y si la salida de la crisis se demora mucho, las bolsas de pobreza pueden crecer ya que a una persona en paro le cuesta más encontrar empleo cuantos más años lleve desocupada. Es decir, que cuando la recuperación sea completa, si tarda muchos años, una parte de la población puede haberse quedado ya descolgada del sistema.

“Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino” (Lc 23,42). No fue un seguidor de Jesús quien lo dijo. Fue uno de los dos delincuentes crucificados junto a él. Solo pidió a Jesús que no lo olvidase. Y Jesús le respondió de inmediato: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”. En nuestros días, no pocos agobiados por el peso de la crisis, lo invocan a su manera: “Jesús, acuérdate de mí”; y Jesús los escucha: “Tú estás siempre conmigo”. Y es que Dios tiene sus caminos para encontrarse con cada persona, que no siempre pasan por donde indican algunos teólogos, sino por múltiples mediaciones humanas.

Hoy por hoy, ante las consecuencias del modo con que se está resolviendo, no podemos hacer otra aportación que esta: llevar una vida más austera, más sobria, pero para poder compartir lo que tenemos, además de lo mucho que no necesitamos, con los más castigados por ella.





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