Las Cofradías

Esta Cofradía fue fundada principalmente para estimular a muchos cristianos, unidos entre si por la caridad fraterna, a que alaben a la Bienaventurada Virgen Maria mediante el Rosario, práctica piadosísima de la cual recibe su nombre la Cofradía, y ob­tengan con su oración unánime la protección de la misma Señora. Tal es la definición dada por S. S. León Xlll.

En ella se admiten todos los fieles de cualquier edad, sexo y condición, y la única condición esencial que se exige para perte­necer es hacerse inscribir en el libro de la Cofradía.

La obligación es rezar el Rosario tres veces cada semana, en casa o en la iglesia, solo o acompañado, rezarlo seguido o las tres partes por separado, o  los 15 misterios o dieces durante la semana

El rosario perpetuo

 El Rosario Perpetuo es una Asociación de cofrades del Rosario que se comprometen continua y perpetuamente, de día y de noche, a hacer una Hora de Guardia, rezando las tres partes del Santo Rosario, por las siguientes tres intenciones generales: la primera parte, por la conversión de los pecadores; la segun­da, por la buena muerte de los moribundos; y la tercera, por las almas del Purgatorio.

Según consta en las Actas del Capitulo General, celebrado en Roma el año 1650 el Padre Maestro Fr. Timoteo Ricci, O. P. fue el fundador del Rosario Perpetuo. En Bolonia, Italia, al calor de la tumba del glo­rioso Santo Domingo de Guzmán, Fundador de la Orden de Predicadores, tuvo el Padre Ricci la inspiración de fundar el Rosario Perpetuo y allí mismo lo anunció, el año 1635, a un numerosísimo auditorio.

El rosario viviente

En cuanto al fondo y al espíritu,. el Rosario Viviente es el mismo Rosario fundado por Santo Domingo, con esta triple diferencia: 1º, los quince dieces se rezan en un mismo día por quince personas distintas, que se los di­viden entre sí; 2º, cada asociación no reza sino una decena por día; 3º, el mismo asociado recita, por espacio de todo un mes, el diez que le tocó por suerte, y no lo cambia sino cada mes.

Estas tres diferencias nos dan la razón por qué se llama viviente este Rosario, cuyos, miembros, rezando la decena respectiva, constituyen un grupo de quince personas, cada una de las cuales representa un Misterio particu­lar del Rosario.

Lejos de ser el Rosario Viviente una Cofradía, es una simple Asociación, nacida en Lyón hacia el año de 1826 y, aprobada por Gregorio XVI en 1842, el que la favoreció con indulgencias. Como la Orden de Predicadores no estaba aún restablecida en Francia, la obra no pudo menos de organizarse con el concur­so de los obispos, y tomó notable incremento en el resto de la cristiandad.